Embajador palestino ante la ONU rompe en llanto por las muertes en Gaza


La Chispa presenta un estremecedor episodio ocurrido en la Organización de las Naciones Unidas. El embajador palestino, Riyad Mansour rompió en llanto ante la ONU, durante su intervención, denunciando la grave crisis humanitaria en Gaza. Este gesto de dolor y desesperación, transmitido en vivo ante la comunidad internacional, se convirtió en un grito de auxilio por el pueblo palestino, víctima de una escalada bélica sin precedentes.
En su intervención, Mansour exigió acciones concretas y urgentes ante lo que calificó como un exterminio silencioso. Las cifras y testimonios desde la Franja de Gaza lo respaldan: hambre, sed, miedo y una creciente desesperanza.
Embajador palestino ante la ONU: el rostro del dolor y la denuncia
El llanto del embajador palestino ante la ONU no fue solo una muestra de dolor personal, sino un reflejo del sufrimiento colectivo de millones de palestinos. En su intervención dijo:
“Los niños se mueren de hambre. Las imágenes de madres abrazando sus cuerpos inmóviles, acariciándoles el pelo, hablándoles, disculpándose ¡Es insoportable! ¿Cómo alguien puede tolerar este horror?”.
Durante su alocución, el embajador golpeó la mesa, visiblemente frustrado por la inacción global. Llamó hipócrita al silencio de muchas naciones mientras Gaza es diezmada. Fue enfático: “Es indignante ver esta situación, y aun así no están actuando… ¿Cuánto más quieren?”.
La sesión del Consejo de Seguridad, marcada por testimonios como el de la Alta Consejera para la Paz en Medio Oriente, Sigrid Kaag, también evidenció la urgencia de un alto al fuego.
La crítica situación en Gaza y el bloqueo israelí
La situación en Gaza es crítica. Desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, cerca de 50.000 personas han muerto, según fuentes palestinas. La mayoría son mujeres y niños. Naciones Unidas ha calificado el estado humanitario como “catastrófico”.
António Guterres, secretario general de la ONU, ha denunciado abiertamente que se está llevando a cabo una “limpieza étnica” en Gaza. Además, organismos humanitarios han advertido que 2,1 millones de personas están al borde de la hambruna. El hambre se ha convertido en un arma de guerra.
Esta misma semana, Israel bombardeó un centro de ayuda humanitaria en Gaza, generando duras críticas internacionales y empeorando aún más el acceso a insumos vitales.
Ayuda humanitaria bajo fuego y control militar
La reciente entrega de alimentos por parte de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) terminó en tragedia. Miles de palestinos, desesperados, rompieron barricadas y fueron recibidos por el caos. Según el ministerio de Salud de Gaza, cuatro palestinos murieron durante el caos por el hambre, y otros 48 resultaron heridos.
La ONU criticó duramente este operativo organizado fuera de sus canales tradicionales. El funcionario Tom Fletcher aseguró:
“Esta iniciativa israelí es una parodia cínica. Una distracción deliberada que servirá como encubrimiento para mayor violencia y desplazamiento”.
¿Dónde está la comunidad internacional?
El reclamo del embajador palestino ante la ONU es también un llamado a la conciencia mundial. A pesar de las denuncias y las cifras, no se ven acciones efectivas que frenen el sufrimiento de la población gazatí. La ayuda llega tarde, y muchas veces, no llega.
Mansour concluyó su intervención con una frase que resume la desesperación de todo un pueblo:
“Estas son personas, seres humanos, privados de agua, alimentos y medicinas… penden de un hilo”.
La escena del embajador palestino ante la ONU llorando y clamando justicia es un testimonio histórico del dolor de Gaza. Mientras algunos gobiernos se enfocan en discursos diplomáticos, millones de civiles sufren hambre, miedo y muerte.