El primer ministro de Francia renuncia poco después de anunciar su gabinete
La Chispa te cuenta lo que pasa en el mundo y ahora te decimos sin rodeos: el primer ministro de Francia renuncia de manera inesperada. Rodeado de críticas desde todos los sectores, el recién nombrado primer ministro, Sébastien Lecornu, presentó su dimisión tan solo horas después de anunciar su gabinete y menos de un mes después de haber asumido el cargo. Esta sorpresiva decisión dejó a Francia sumida en una profunda crisis institucional.
Renuncia del primer ministro de Francia: ¿Qué ocurrió?
La renuncia de Lecornu, quien reemplazó a François Bayrou, lo convierte en el cuarto primer ministro en solo un año, una señal de inestabilidad que preocupa tanto a ciudadanos como a inversionistas. El presidente Emmanuel Macron aceptó la renuncia a través de un comunicado oficial.
Un mandato fugaz: la caída de Lecornu
Lecornu explicó que ya no se daban las condiciones políticas necesarias para liderar, y señaló la falta de consenso como el principal obstáculo. “Uno siempre debe poner a su país antes que a su partido”, declaró en su discurso final.
El primer ministro de Francia renuncia y con él se arrastran consecuencias políticas inmediatas. La extrema derecha, liderada por Marine Le Pen, exigió elecciones anticipadas, mientras que desde la izquierda se clama por una coalición progresista. Estas reacciones reflejan el hartazgo social ante la falta de estabilidad.
Impacto económico inmediato: caída del CAC-40
El efecto fue instantáneo: la bolsa francesa CAC-40 cayó un 2%, arrastrada por la incertidumbre política. Esto ha despertado preocupación internacional sobre la economía francesa, especialmente por su creciente deuda pública, que alcanza ya el 114% del PIB.
Ministros sin rumbo y decisiones polémicas
Los ministros nombrados apenas horas antes quedaron como interinos, una situación que muchos calificaron de “circo”. La designación del exministro de Finanzas Bruno Le Maire como titular de Defensa fue duramente criticada, sobre todo por su manejo del déficit público.
Este revés político ocurre mientras Francia enfrenta una legislatura fragmentada y un clima de polarización que dificulta cualquier tipo de gobernabilidad. A pesar de haber prometido diálogo y evitar el uso de poderes especiales, Lecornu no logró formar una coalición sólida.
