El papa Francisco reaparece tras su hospitalización y pide un alto al fuego en Gaza


El papa Francisco dejó este domingo el Policlínico Gemelli de Roma tras 38 días de hospitalización debido a una grave infección respiratoria, y con un gesto de gratitud hacia los fieles que lo esperaban, hizo un llamado urgente a la paz mundial.
Un recorrido inesperado
Antes de regresar a su residencia en el Vaticano, el pontífice realizó una parada en la Iglesia de Santa María La Mayor, donde depositó un ramo de flores en agradecimiento a la Virgen. Este gesto refleja su devoción por el icono ‘Salus Populi Romani’, al que visita tras cada viaje o situación relevante en su vida.
Durante su trayecto por las calles de Roma, transmitido en directo por la televisión italiana RAI, los ciudadanos se congregaron para saludarlo y aplaudirlo. A pesar de su fragilidad, el papa mostró una actitud cercana, saludando desde su vehículo mientras usaba cánulas nasales para recibir oxígeno.
Un mensaje de esperanza y paz
Al salir del hospital, Francisco apareció en una ventana del segundo piso para bendecir a la multitud. Con una voz debilitada, agradeció el apoyo recibido durante su hospitalización y destacó la presencia de una mujer con flores amarillas, un gesto que le llamó la atención.
En el mensaje del Ángelus, que por sexta semana consecutiva fue difundido por escrito, el papa expresó su preocupación por el recrudecimiento del conflicto en Gaza. Lamentó los bombardeos israelíes y pidió un alto al fuego definitivo, subrayando la urgente necesidad de asistencia humanitaria para los afectados.
“La situación humanitaria en la Franja vuelve a ser muy grave y requiere el compromiso urgente de las partes beligerantes y de la comunidad internacional”, afirmó. Además, celebró el avance en las negociaciones de paz entre Armenia y Azerbaiyán y reiteró su deseo de un fin a los conflictos en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo.
Recuperación y futuro
El papa, de 88 años, sigue en proceso de recuperación tras haber superado una bronquitis con infección polimicrobiológica y neumonía bilateral. A pesar de las dificultades, ha mantenido su agenda espiritual y su compromiso con la paz, demostrando que su mensaje sigue siendo una prioridad en medio de su convalecencia.
Su regreso al Vaticano simboliza no solo una mejora en su estado de salud, sino también la continuidad de su liderazgo moral en un mundo marcado por la guerra y la incertidumbre.