Crisis mortal en Argentina: fentanilo contaminado deja más de 100 víctimas


La crisis mortal en Argentina por fentanilo contaminado ha dejado una herida abierta en la sociedad y la política del país. Lo que comenzó como una denuncia aislada hoy se ha convertido en un escándalo nacional, con acusaciones cruzadas, encubrimientos y un creciente descontento social.
Escándalo político y sanitario sin precedentes
El gobierno de Argentina, encabezado por Javier Milei, confirmó que la cifra de muertos por fentanilo medicinal contaminado asciende a 100 personas. El señalamiento directo recae sobre un laboratorio local, HLB Pharma Group S.A., acusado de fabricar el lote mortal.
La polémica aumenta porque la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) había inhabilitado al laboratorio tres meses antes de la primera muerte. Sin embargo, las denuncias comenzaron a multiplicarse desde mayo en hospitales de cuatro provincias y en Buenos Aires, revelando una cadena de fallas institucionales.
Conexiones políticas y acusaciones cruzadas
En un acto de campaña, Milei acusó a la oposición, liderada por la expresidenta Cristina Kirchner, de encubrir al dueño del laboratorio. Las declaraciones encendieron la escena política a semanas de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, consideradas clave para medir la popularidad del presidente.
El líder libertario no dudó en calificar el caso como un “encubrimiento atroz” y lo usó como bandera electoral, apelando a un discurso de enfrentamiento directo contra sus adversarios políticos.
Crisis mortal en Argentina por fentanilo y el impacto social
La crisis mortal en Argentina no solo es un problema de salud pública, sino que ha polarizado a la sociedad. El temor a que otros medicamentos estén contaminados se ha extendido, generando un clima de desconfianza hacia las instituciones de control sanitario.
Expertos en toxicología advierten que el fentanilo, una droga entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, puede causar la muerte con cantidades mínimas. En Estados Unidos, en 2024, más de 48.000 personas murieron por su consumo, un dato que ahora preocupa profundamente a la población argentina.
Respuesta del laboratorio y la batalla judicial
HLB Pharma Group asegura estar “a disposición de la justicia” y niega la posibilidad técnica de la contaminación descrita en los medios. Acusa además a sectores políticos y económicos de aprovechar la tragedia para un “escarnio mediático”.
No obstante, el proceso judicial avanza y ya hay peritajes que contradicen la versión de la empresa, apuntando a fallas graves en la cadena de producción y control de calidad.
Advertencia internacional y comparativa histórica
Analistas en salud pública señalan que el caso argentino podría convertirse en un ejemplo global de cómo una crisis sanitaria mal gestionada se convierte en un conflicto político. La OMS ya advirtió que la circulación de fármacos contaminados es una amenaza creciente en Latinoamérica, debido a controles débiles y corrupción en las cadenas de distribución.
Comparado con otras tragedias sanitarias en la región, como el brote de metanol en bebidas alcohólicas en México o las transfusiones de sangre contaminada en Brasil, el caso argentino destaca por la cantidad de víctimas y la velocidad con que se politizó el tema.