Congreso de EEUU aprueba plan fiscal de Trump, uno de los mayores en décadas


Congreso de EEUU aprueba plan fiscal de Donald Trump, marcando uno de los giros económicos más ambiciosos y controvertidos en la historia reciente del país. Esta decisión, que divide profundamente a demócratas y republicanos, podría redibujar el panorama social, económico y político del país por décadas.
El presidente Trump consiguió lo que parecía improbable: un paquete fiscal de 3.4 billones de dólares que reduce impuestos, limita programas sociales y anula iniciativas ambientales de su antecesor Joe Biden. La medida se convierte en una pieza clave de su administración y podría tener efectos inmediatos en millones de estadounidenses.
Congreso de EEUU aprueba plan fiscal de Trump tras meses de tensión política
El megaproyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Representantes en una ajustada votación de 218 a 214. El Congreso de EEUU aprueba el plan fiscal de Trump justo antes de la fecha límite del 4 de julio, impuesta por el propio mandatario, y logra así consolidar su control sobre el Partido Republicano.
La aprobación vino acompañada de intensas negociaciones. La Casa Blanca se convirtió en el centro de reuniones estratégicas, mientras Trump presionaba directamente a legisladores indecisos. La Cámara mantuvo la votación abierta durante horas hasta convencer a los últimos opositores internos.
Congreso y Senado de EEUU aprueban el ambicioso plan fiscal de Trump
En una votación marcada por la tensión y el desgaste político, el martes, el Senado de EEUU había aprobado el ambicioso plan fiscal con 51-50 votos, utilizando el procedimiento de “conciliación presupuestaria” para evitar el filibusterismo. La vicepresidencia, en manos de J.D. Vance, desempató la votación con un polémico “sí”.
Esta movida generó duras críticas desde la bancada demócrata. Hakeem Jeffries, líder de la minoría, realizó un histórico discurso de casi nueve horas para intentar frenar el avance de la ley, calificándola de “beneficio fiscal para los ricos financiado con el sufrimiento de la clase trabajadora”.
¿Qué incluye el plan fiscal de Trump y cómo afecta a los ciudadanos?
El plan fiscal de Trump incluye la extensión de los recortes de 2017, nuevos créditos fiscales y recortes masivos a Medicaid. En sus 887 páginas, el documento detalla una reestructuración que, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, podría incrementar el déficit en 3.4 billones de dólares en la próxima década.
Además, el plan propone:
- Reducción temporal de impuestos sobre propinas y horas extra.
- Aumento permanente del crédito fiscal por hijos.
- Impuesto del 1% a remesas.
- Fondos extraordinarios para defensa y deportaciones.
El paquete también incluye reducciones de casi un billón de dólares a Medicaid, afectando a millones de personas de bajos ingresos y discapacitados.
Polémica reacción tras aprobación del Congreso
El Congreso de EEUU aprueba plan fiscal de Trump y este resonó como un estruendo en todo el espectro político. Para los republicanos, es un triunfo de la visión populista y anti-gasto de Trump; para los demócratas, una catástrofe social.
Desde hospitales rurales hasta organizaciones de defensa de la salud pública, se alzan voces de alarma sobre el impacto de los recortes a Medicaid. Jeffries alertó: “Cerrar hospitales rurales y residencias de ancianos es retroceder décadas en derechos básicos de salud”.
¿Qué viene ahora? Batalla por la narrativa pública
La pelea no ha terminado. Tras que el Congreso de EEUU aprobara el plan fiscal de Trump, ambas partes buscarán moldear la percepción pública. Mientras Trump lo promociona como un respiro económico, expertos financieros como Jeffrey Gundlach advierten que el endeudamiento resultante es “insostenible” y podría debilitar aún más al dólar.
La narrativa de “Robin Hood al revés” podría volverse un arma electoral para los demócratas, quienes buscarán presentar el plan como una traición a la clase trabajadora a favor de los más ricos.
Por ahora, el plan fiscal de Trump, aprobado ya por el Congreso y el Senado, pone a prueba la estabilidad social y financiera del país. Los próximos meses definirán si este giro radical consolidará la recuperación económica o si, por el contrario, abrirá nuevas grietas en el tejido social estadounidense.