Honduras acude a las urnas en medio de un clima político tenso e intervención de EEUU
Los hondureños votan este domingo para elegir presidente en unos comicios marcados por la fuerte polarización interna y por la inesperada intervención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien llamó públicamente a respaldar al candidato conservador Nasry “Tito” Asfura bajo la amenaza de suspender la ayuda estadounidense al país.
En un mensaje lanzado a pocas horas de la apertura de urnas, Trump sostuvo que si el exalcalde capitalino —y empresario de 67 años— resulta derrotado, Washington dejará de “malgastar” recursos en la empobrecida nación centroamericana.
Un país que decide entre continuidad o giro político
En este proceso, Honduras definirá si renueva el mandato del primer gobierno de izquierda en su historia o si apuesta por un nuevo rumbo político, en un contexto similar al que ya vivieron otros países de la región como Bolivia o Argentina, cuyo mandatario, Javier Milei, también mostró respaldo a Asfura.
“Yo voto por quien quiero, no por lo que diga Trump. Mi vida depende de mi trabajo, no de los políticos”, expresó a AFP Esmeralda Rodríguez, vendedora de frutas de Tegucigalpa.
Más de 6,5 millones de ciudadanos están habilitados para elegir al sucesor de Xiomara Castro en una única vuelta, junto con la renovación del Congreso y las alcaldías.
Candidatos enfrentados y acusaciones cruzadas
Asfura, del Partido Nacional (PN), compite voto a voto con la abogada Rixi Moncada, figura clave del oficialista partido Libre, y con el presentador de televisión Salvador Nasralla, aspirante del Partido Liberal (PL).
Los tres candidatos se han señalado mutuamente de preparar un fraude.
Durante su votación, Moncada reiteró que solo aceptará los resultados basados en el conteo total de actas —unas 20 mil— y no en el anuncio preliminar del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Estados Unidos ha advertido que reaccionará “con firmeza” ante cualquier irregularidad, mientras OEA y Unión Europea despliegan misiones de observación.
Trump entra de lleno en la campaña
El mandatario estadounidense agitó aún más el panorama al asegurar que, si Asfura no gana, Honduras caería bajo la influencia del presidente venezolano Nicolás Maduro y de “narcoterroristas”.
A Moncada la calificó de “comunista”, y a Nasralla de “casi comunista” y poco confiable.
En un giro que sorprendió incluso dentro de su propio país, Trump anunció además que indultará al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado en Estados Unidos a 45 años de prisión por narcotráfico. La decisión, dijo Moncada, fue impulsada por “élites locales desesperadas” ante el mal desempeño de sus candidatos.
La maniobra ha dividido al electorado. “Yo iba a votar por Tito Asfura, pero ya no. No queremos narcotraficantes”, declaró Julio Sevilla, de 74 años.
Relaciones internacionales en el centro del debate
Asfura y Nasralla han manifestado su intención de acercarse nuevamente a Taiwán, luego de que Honduras restableciera relaciones diplomáticas con China en 2023.
La polarización actual recuerda la crisis que siguió al golpe de Estado de 2009 contra Manuel Zelaya, esposo de la presidenta Castro.
En sus discursos, Moncada acusa a sus adversarios de representar a “oligarcas golpistas”, mientras ellos insisten en presentarla como una prolongación del proyecto venezolano.
Los problemas internos quedan relegados
En medio de la confrontación, temas como la inseguridad, la corrupción, la pobreza y el narcotráfico —principales preocupaciones de la población— han quedado relegados en la campaña.
El peso de la influencia estadounidense no pasa desapercibido: más del 60 % de los 11 millones de habitantes del país vive en pobreza, y casi un tercio del PIB depende de las remesas enviadas desde Estados Unidos.
Un país en tensión vota bajo estado de excepción
Honduras llega a esta elección bajo un estado de excepción parcial que la presidenta Castro mantiene desde 2022. A esto se suma la creciente presencia del narcotráfico, que ya no usa al país solo como corredor, sino también como zona de producción.
Las urnas se abren con un ambiente tenso y con la mirada internacional puesta sobre el resultado y la transparencia del proceso.
