Greta Thunberg detalla su encierro en Israel y el trato inhumano que recibió
 
						 
			La activista sueca Greta Thunberg detalla su encierro tras ser detenida en aguas internacionales por el ejército israelí, luego de participar en la Global Sumud Flotilla con ayuda humanitaria para Gaza. Su relato, expuesto al diario sueco Aftonbladet, revela condiciones extremas de tortura física, psicológica y abandono institucional por parte de su propio gobierno. Aquí en La Chispa te traemos los detalles
Testimonio en primera persona de Greta Thunberg
Durante la operación, soldados israelíes encapuchados abordaron el barco fuertemente armados. “Nos forzaron a la cubierta inferior, sentados en círculo, sin movernos”, narró Greta. La transmisión en vivo mostró al mundo el inicio de un encierro brutal. Allí comenzó el aislamiento, el calor extremo, la violencia verbal y física, y el saqueo del barco.
“Nos dejaron sin comida ni agua”
En su relato, Greta Thunberg detalla su encierro al describir cómo los alimentos, pañales, medicamentos e insumos para Gaza fueron destruidos o desaparecidos. “No sé qué pasó con ellos”, lamentó. A pesar de denunciar ante la embajada sueca las condiciones inhumanas —como palizas y tortura— no hubo respuesta.

Abusos documentados y burla institucional
Después de ser llevada a tierra en Ashdod, Greta fue sometida a tratos humillantes. Se le impidió vestir ropa con mensajes pro Palestina. Fue arrastrada, golpeada y usada como trofeo por los soldados, quienes se tomaban selfies mientras ella permanecía inmovilizada. A esto se sumó la presencia del extremista Itamar Ben-Gvir, quien la acusó falsamente de terrorismo.
Celda fría, registros forzados y violencia médica
Posteriormente, fue registrada, desnudada y encerrada con los ojos vendados en una celda móvil. “Te pierdes en el tiempo, el cuerpo entra en shock”, afirmó. En prisión, se le obligó a desnudarse nuevamente frente a las cámaras y sus medicamentos fueron arrojados a la basura. Las condiciones sanitarias eran inhumanas: sin agua limpia, sin comida adecuada.
Resistencia firme frente al horror
A pesar de lo vivido, Greta no se considera víctima. “Sabíamos a lo que íbamos. Pero seguimos adelante porque la causa palestina lo merece”, señaló. Enfatizó que la lucha no debe parar: “La paz sin justicia no es el objetivo. Palestina debe ser libre”.
 
		
