El Salvador condena a 248 pandilleros miembros de un grupo muy famoso y poderoso
La Chispa te informa de lo que pasa en el mundo. El Salvador condena a 248 pandilleros en una de las decisiones judiciales más duras de su historia reciente, marcando un punto de inflexión en la lucha contra las estructuras criminales que operaron durante años con violencia e intimidación.
Régimen de excepción y ofensiva estatal
Desde marzo de 2022, el gobierno salvadoreño mantiene un régimen de excepción que permitió acelerar procesos judiciales y capturas masivas. En este marco, El Salvador condena a 248 pandilleros vinculados a la Mara Salvatrucha (MS-13), responsables de delitos cometidos entre 2014 y 2022 en el departamento de La Libertad.
Alcance de las sentencias
Las penas alcanzan hasta 1.335 años de prisión e incluyen homicidios agravados, desapariciones, feminicidios agravados, extorsión, tráfico ilícito y ocupación ilegal de inmuebles, consolidando uno de los golpes más contundentes al crimen organizado.
Detalles de los crímenes
Entre los hechos más impactantes se encuentran la desaparición y asesinato de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero Toledo, el feminicidio de la futbolista Claudia Jimena Granados y el homicidio de estudiantes, lo que evidenció el nivel de violencia sistemática. En los párrafos de mayor desarrollo, El Salvador condena a 248 pandilleros tras comprobarse su participación directa en 43 homicidios agravados, 42 desapariciones y decenas de extorsiones que afectaron a comunidades enteras.

Impacto social y económico
Las pandillas establecieron bases para extorsionar a comerciantes, forzando cierres de negocios y desplazamientos internos. Además, El Salvador condena a 248 pandilleros por conspiraciones, actos preparatorios de tráfico ilícito y ocupaciones ilegales, debilitando su control territorial y reduciendo el clima de miedo.
Resultados y proyección
Más de 90.000 personas han sido arrestadas bajo este régimen, con liberaciones posteriores tras verificar inocencias. Este fallo refuerza la estrategia de seguridad y envía un mensaje regional sobre la capacidad del Estado para recuperar el control.
