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Cura norteño divide a mexicanos

Cura norteño divide a mexicanos

La Iglesia católica no vive su mejor momento y lo muestra su desesperación por ocupar un espacio en la política al sustituir el mensaje religioso por una arenga partidista.
La infiltración del narcotráfico en la Basílica de Guadalupe no deja bien parada a toda la burocracia católica de México.
La Conferencia del Episcopado Mexicano, –la misma que intentó condicionar su apoyo a la actual presidenta sólo si firmaba estar de acuerdo en que el principal problema de México era la inseguridad– busca rendijas para introducir a sus esbirros disfrazados de sacerdotes, y lanzar mensajes contra el populismo y la izquierda.
Esto sucedió en una de las mismas más promovidas por el templo de la Divina Providencia ubicada en la colonia Noche Buena, en Coyoacán, cuyo cura titular, falleció y colocaron a un clérigo con acento sinaloense, cuyo nombre nunca quiso revelar nadie, para elogiar a la CEM y denostar al gobierno y a sus seguidores, desde el púlpito.
Con el pretexto de la misa principal, del 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, la CEM ordenó a este mercenario de la religión golpear con saña al gobierno, aprovechando la audiencia y la muerte de su compañero.
En una falta de respeto a sus propias creencias y ofendiendo a los files que participaron en dicha misa, que comenzó media hora después de lo anunciado. Quería que el templo estuviera con el mayor número de fieles posible para lanzar su mensaje desestabilizador.
Ese tipo de sacerdotes y la cúpula de la CEM debería militar abiertamente en el PAN y no ser hipócritas y faltar al respeto a su investidura y a la fe de los fieles.
Al padre sinaloense nunca nadie lo presentó a la comunidad, ni se dijo su nombre, ni siquiera aparece en el historial de las misas oficiadas en el sitio del templo, como si fuer alago clandestino y se tratara de un delincuente.
Las misas son registradas en el portal de la parroquia, pero la que ofició este sujeto no aparece por ningún lado, cuando se pregunta por su nombre y origen, ni los trabajadores del templo católico saben o pueden contestar. El contenido de su sermón indignó a la comunidad y dejó un amargo sabor de boca a los vecinos, la presencia de este extraño sujeto.
Mientras otros templos católicos prestan sus atrios para que se realice lo que se ha llamado mesas de paz, donde las personas que poseen armas las cambian por despensas o dinero, con los sacerdotes como testigos, la CEM apoya a quienes prometen que de llegar ala Presidencia de la República, cada mexicano podrá estar armado. Desde luego, a ese sujeto le conviene vender en su empresa Elektra, armas en abonos chiquitos.
La CEM pareciera no conocer la Constitución que le rige, cree que la tolerancia del gobierno es debilidad y desde su semanario cuestiona severamente la política del régimen, como si se tratara de un periódico partidista. Ahora envía a sus curas manipulados a tratar de engañar a la gente hablando de que la igualdad es sólo espiritual entre los seres humanos.
La derecha es violenta y los sacerdotes de la CEM impulsan la división entre mexicanos y manipulan a la gente para que se enfrente a sus hermanos, como sucedió en este caso en la Parroquia de la Divina Providencia de Coyoacán.


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