Cuba celebra el centenario de Celia Cruz pero lo hacen con temor y recelo
Cuba celebra el centenario de Celia Cruz, pero lo hace de una forma que muchos califican de injustamente silenciosa. En pleno corazón de Centro Habana, una misa conmemorativa reunió a figuras del arte y la música, sin el eco de los grandes homenajes que ha recibido la Reina de la Salsa en otras partes del mundo. La Chispa te trae esta crónica de resistencia cultural, cargada de emociones, símbolos y reclamos.
Homenajes fuera de los escenarios oficiales
En La Habana, donde nació Celia Caridad Cruz y Alfonso el 21 de octubre de 1925, los homenajes han tenido que encontrar caminos alternativos. El acto más representativo fue una misa en la Iglesia de la Caridad del Cobre. Allí, artistas como Haila María Mompié y Alain Pérez rindieron tributo en una ceremonia profundamente simbólica.
Mientras en Estados Unidos se acuñó una moneda conmemorativa y se celebraron conciertos, en Cuba persiste una censura institucional que impide reconocer abiertamente a quien muchos consideran la voz más emblemática de la música cubana.
La ausencia oficial y el legado que no muere
El silencio institucional no ha frenado el homenaje ciudadano. La Fábrica de Arte Cubano (FAC) anunció la instalación de una estrella en honor a Celia, sumándola a íconos como Benny Moré y Juan Formell.
Sin embargo, el espectáculo principal, una obra drag dirigida por Carlos Díaz con textos de Norge Espinosa, fue cancelado sin explicación. La frase “una butaca vacía” simbolizó la censura que pesa aún sobre su figura.
Cuba celebra el centenario de Celia Cruz, pero muchos cuestionan si de verdad se permite celebrarlo. Para la actriz Laura de la Uz, Celia “representa la cubanía absoluta” y su legado no puede ser borrado.
¿Quién teme al arte de Celia Cruz?
El productor Alden González afirma que “divulgar la discografía de Celia es divulgar la cubanía”. A pesar del intento de silenciarla, cada vez más jóvenes en la isla descubren su música gracias al internet.
Daniel Triana, uno de los actores censurados, lo resume con claridad: “Nos arrebataron generaciones de Celia, pero su voz sigue viva”. A eso se suman expresiones como “El arte de la resistencia… Celia vive”, que circulan en redes como símbolo del tributo popular.
