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Cuando el miedo nos guía

Cuando el miedo nos guía

Las emociones “guían” el 80% de las decisiones, desde las más triviales y nimias, como añadir un producto inesperado a nuestra lista de compra, a altamente trascendentales como elegir un socio en un proyecto estratégico.

El neuromarketing analiza las complejidades cerebrales para determinar las decisiones de compra y sabe el poder de las emociones. Una de las más enigmáticas es el temor.

Sorprendentemente, nuestras ansiedades sobre el futuro pueden tener implicaciones en la salud, vida familiar y carrera. Si el miedo, aparentemente insustancial y anodino, regula muchas facetas de nuestra vida. Su gran poder es la mimetización, anda de puntitas sin que nadie en apariencia lo note.

Nuestros temores son variados y complejos. En general no solemos abordarlos. Pretendemos que al ignorarlos por si solos desaparezcan. Así enfermedades devastadoras o accidentes, perder nuestras fuentes de ingresos e incluso la auto decepción, parecen acecharnos siempre.

Esos miedos influyen en nuestras tomas de decisiones en momentos críticos. Aunque muchos anunciantes de las empresas médico_farmacéuticas lo emplean para alentar medidas preventivas como pruebas de diagnóstico, la realidad es que el miedo inhibe la acción. El miedo paraliza.

Por ejemplo, el miedo a las repercusiones en la carrera puede conducir a un bajo rendimiento. Los rumores sobre un despido, por ejemplo, se relacionan con alto nerviosismo entre los empleados. Aumentan tasas de accidentes, errores laborales, cese de contribuciones y nula generación de innovaciones y propuestas.

A nivel corporativo las fusiones y adquisiciones se detienen, se presenta mayor cautela en las alianzas estratégicas e inversiones. El miedo detiene acciones contundentes o trascendentales. Todos parecen sumirse en un impasse.

En el ámbito corporativo se evitan las inversiones riesgosas, pero potencialmente gratificantes. El riesgo queda proscrito.

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En la vida personal sucede lo mismo. El temor a no ser aceptados  disminuye las oportunidades de interacciones sociales. Es el miedo el que nos coloca en una posición cómoda, pero sin aspiraciones ni crecimiento. Es lo que confina a vidas anodinas, relaciones predecibles, círculos sociales acotados.

¿Cómo puede afrontarse el miedo? Mirarlo de frente. Si una situación o persona determinada te hace sentir incómodo, convendría explorar que implicaciones tiene para ti una persona o situación concreta. En general aparecen escenas anteriores de minusvalía, humillación, rechazo.

Conviene analizar brevemente qué es lo peor que puede pasar si nos atrevemos a una acción concreta. Entonces el miedo puede verse pequeño…aunque no desaparezca del todo.

 


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