PRI Tabasco, el tiro de gracia
La postulación en común con el PAN de la granierista Lorena Beaurregard como su candidata al gobierno de Tabasco, fue el tiro de gracia para lo queda del PRI Tabasco.
El novel dirigente estatal Miguel Barrueta pasará a la historia política como el enterrador del PRI con la perdida del registro y de su eventual extinción como ocurre con sus pares del PAN.
Es claro que Andrés Granier Melo, ex Gobernador, es el que está cosechando los despojos de su partido quedándose con la candidatura al gobierno para su ex colabora y amiga, y tratar de asegurar que su hijo, Fabián Granier, sea otra vez un diputado meramente testimonial, gris.
La realidad es que en el horizonte de la elección del 2 de junio solo se observa un descalabro sin precedentes que podría llevar al PRI de Tabasco al último lugar de las fuerzas políticas y dejarlo no solo sin registro -y por tanto sin dinero-, sino sin diputaciones plurinominales en el Congreso.
La candidatura de Lorena Beaurregard es una apuesta que desde hoy está pérdida. La granierista y aún priísta, no tiene la menor posibilidad de competir en serio con Javier May, abanderado de Morena al gobierno de Tabasco.
Todavía ayer, para no variar, en esta imparable desbandada, el presidente de la Fundación Colosio, Antonio Melo Acosta, renunció al PRI Tabasco tras 28 años de militancia para sumarse al proyecto del candidato morenista Javier May.
En su desesperación y por supuesto solo a conveniencia de Andrés Granier Melo que de facto es el que toma las decisiones en el cascarón del PRI Tabasco, el dirigente formal del partido, Miguel Barrueta, tuvo que signar el acuerdo de candidatura común con su par panista, Jemima Alonso, y sellar su suerte política, para que Lorena Beaurregard se convierta en su última candidata al gobierno.
Sin recursos, sin militancia, desacreditado y sin priistas dispuestos a dar un salto al vacío y rechazando postulaciones, el PRI Tabasco se apresta con su candidata Lorena Beaurregard a perder y a registrar una patética derrota que pasará al basurero de la historia política.
