Hay que reconocer que el PAN Tabasco en el presente proceso electoral que está a 18 días de la elección tomó un protagonismo que no había tenido desde hace años.
Hay, fundamentado, un ánimo renovado que la dirigente estatal Jemima Alonzo Que ha promovido entre su militancia y candidatos a cargos de elección que han tenido una ascendencia hacia la gente.
La eventual visita de Marko Cortés, presidente nacional del PAN, al cierre de las campañas, es un indicador de que las cosas van bien y que su partido se perfila para recuperar su registro y ganar posiciones en el Congreso, amén de que tienen candidatos competitivos a las alcaldías como el popular “Chanty” en Macuspana.
En una estrategia lógica, la dirigencia nacional y estatal repartieron en todas las candidaturas, incluyendo por supuesto la del gobierno de Tabasco en la persona de Lorena Beaurregard de los Santos, la responsabilidad de sumar el mayor número de votos.
Sin posibilidades de ganar la gubernatura ni la alcaldía de Centro que son las dos posiciones poblacional y electoralmente más importantes del Estado, el PAN Tabasco ha enfocado sus esfuerzos en avanzar hacia el Congreso y en municipios.
Si bien pueden obtener más, la sola recuperación del registro les trae en lo inmediato dos cosas que no son menores: el regreso de las prerrogativas y al escenario político con su voz que volverá a sonar.
Los días por venir serán en consecuencia de mucho trabajo territorial para los panistas que pondrán su resto para devolverle a su partido la presencia y fuerza que gradualmente viene recuperando con la nueva dirigencia que encabeza Jemima Alonso.
