No tiene un pelo de tonto

Por: Vladimir Galeana Solórzano

Quienes hemos subestimado al Presidente de la Republica por su forma de decir las cosas, nos hemos estado equivocando garrafalmente desde hace varios años cuando apareció en el escenario político haciendo lo que bien sabe hacer, que no es otra cosa que comunicarse exitosamente con ese pueblo bueno al que muchos mexicanos han despreciado por no entender que están ahí porque les administra pequeñas dosis de esperanza.

Si, esa palabra tan cacareada en estos tiempos de la mal llamada Cuarta Transformación, “esperanza”, ha sido la llave de muchas cosas que hasta ahora le siguen siendo útiles al inquilino de Palacio Nacional, quien la ha venido administrando en dosis pequeñas para que no se le desgaste el término, y sobre todo que siga siendo ese anhelo de aquellos que por desgracia no hemos podido sacar de su ignominia.

Muchos hemos defenestrado al Presidente de la Republica por esa parsimoniosa forma de decir las cosas, pero hemos entendido que en estos tiempos que estamos viviendo no existe un líder de ese tamaño, y que concite la voluntad de tantos hombres y mujeres que hasta ahora siguen viviendo en la más miserable de las pobrezas, pero que resguardan un tesoro llamado “esperanza”.

Andrés Manuel López Obrador es uno de los hombres más dotados de los últimos tiempos en materia de estrategia del lenguaje, y ahí están las muestras después de que los que lo hemos estado criticando desde hace mucho tiempo en los medios de comunicación, en que insertamos nuestras percepciones de lo que ocurre en el país y en el mundo, y que hasta ahora no hemos logrado quitarle un poco de su aceptación popular.

López Obrador es un ente político sobre dotado, pero tiene una lamentable peculiaridad en el sentido de que la mayor parte de los mexicanos le creen a pie juntillas sus despreciables momentos en que la mentira aflora, de la forma más cínica, y por desgracia su base social le sigue creyendo todo lo que sale y habla de sus conferencias mañaneras, que hasta ahora sigue siendo su principal bastión.

En el contexto de que es un sujeto con habilidades extraordinarias para quitarse de encima las críticas, quienes lo hacemos todos los días tendríamos que meditar acerca de nuestros procesos de comunicación que hasta ahora no hemos podido hacer entender a la gente del desastre que nos dejará una vez que se vaya del ejercicio del poder. Si logra colocar a Claudia Sheinbaum en el poder, el periodismo tendrá que reinventarse. Al tiempo. [email protected]

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.