Miedo para cancelar derechos
A través del miedo la derecha busca arrebatar los derechos de los mexicanos uno por uno, acusando al gobierno de quererlos quitar de golpe, todos. Por eso argumenta que se favorece el camino in terminable a un comunismo inexistente. Porque asegura que, al final del camino, todos los derechos estarán anulados, según su fantasiosa amenaza.
Como nunca antes la derecha está asesorada por organismos internacionales, con cursos y se incrusta en sociedades antidemocráticas, y lo único que entiende es que hay que imponer el miedo como única sensación prelectoral, más allá de las preferencias partidistas está el miedo a salir a votar, de tal suerte que deben quedarse en casa a merced de los medios convencionales.
El filósofo moscovita Mijail Bajtin habla acerca de que el miedo se anida en la cuna del poder. Miedo ante lo inmensamente grande y poderoso.
El poder surge en el desconocimiento de la naturaleza, de lo que sucede. Es decir, el ser humano es conservador por naturaleza ante las sorpresas de la naturaleza, pero cuando empieza a domarla, al transformar su realidad se vuelve lo contrario. Así, el poder tiene como cuna lo desconocido, la deidad, la monarquía hasta llegar a la democracia a la que todavía algunos bárbaros no quieren llegar porque los intereses que hay, crea situaciones desconocidas que siguen infundiendo miedo.
Así el miedo para desinformados e ignorantes es lo desconocido como sucede ahora. Colocan el comunismo como la puerta del infierno, un sistema que nunca ha existido y difícilmente podrá desarrollarse. Colocan en la geografía de la imaginación países como Nicaragua, Venezuela y Cuba donde aseguran que no hay derechos, están cancelados por decreto. Aseguran que persiguen a los sacerdotes, pero no dicen el motivo de su persecución. Si en México se cumpliera la ley al respecto había cientos de sacerdotes en la cárcel por violentar las leyes de México.
Acusan la presión contra intelectuales que, como sucede en México, quieren desestabilizar a través de mentiras y luego se dicen perseguidos políticos. Incluso, en nuestro país, los panistas han llegado al extremo de decirse perseguidos políticos a quienes la población los ha demandado, no el gobierno, por corruptos como parte del cartel inmobiliario, con participación directa e indirecta en delitos como el homicidio, comprobada pero están libres.
Lo cierto es que ha habido mano blanda evitando pretextos para golpes blandos que organiza la derecha desde años atrás. Lo sucedido en el zócalo de la Ciudad de México organizado por la Unión Tepito y el senador sin partido Emilio Álvarez Icaza es una muestra de esa impunidad perdonable.
Así como el rayo y los relámpagos aparecían en el firmamento así la inseguridad en México le crean un halo fantasmagórico para que sigan creyendo en el paso anterior de la historia. En el pasado, aunque hay evidencias de su corrupción. No esconden dónde está el negocio porque ponderan como prioridad las guarderías y el Seguro Popular dos instancias que le sirvieron a panistas y priistas para enriquecerse.
Ahora, el miedo se impone como la modificación de conducta ideal para que la gente no salga a votar, de esta manera podrían acercarse al puntero que no está a la derecha sino ala izquierda, y, por otro lado, mientras menos votos se emitan, el 3 por ciento que requieren los partidos de la cantidad total de votos emitidos, disminuye en números reales. De tal manera que mientras menos gente vote ellos tienen mayor posibilidad de conservar su registro como partido político.
El miedo es de la oposición, pero pudieren convencer a los ingenuos que la inseguridad se extiende a la sociedad civil, se generaliza a cada rincón del país, cuando son los grupos delictivos quienes se combaten a sí mismos.
