Los terroristas cárteles mexicanos: ¿Cuál pérdida de soberanía?
ACLED nos puso como el cuarto país del mundo con el conflicto más extremo, superado sólo por Palestina, Myanmar y Siria.
Fue hecha pública precisamente el 31 de diciembre de 2024 cuando todos andábamos de fiesta. La noticia debió provocar un escándalo político. La ONG de mapeo y análisis de violencia ACLED (Armed Conflict Location & Event Data) lo graficó con cifras y datos. México es un desastre por donde lo vean por culpa de no más de 50 mil (seudo) sujetos que integran a los denominados cárteles de las drogas que operan a su gusto a lo largo y ancho del país.
Lo terrible es que ya el poco (ya casi nulo) periodismo de investigación en México lo viene alertando desde hace más de una década. Tuvo que venir por primera vez una institución internacional para decirnos que México enfrenta una “guerra civil de carteles”.
Que terrible, ACLED nos puso como el cuarto país del mundo con el conflicto más extremo, superado sólo por Palestina, Myanmar y Siria.
Los datos duros: nuestra guerra —dice ACLED— nos ha deja más de 30 mil personas asesinadas al año y en 2024 se registraron más de 500 eventos violentos contra figuras políticas, como la eliminación física de candidatos a cargos de elección popular en Chiapas, Veracruz y Morelos.
Lo que está detrás del aumento del 18% en el último año de la tasa de muerte en los enfrentamientos entre grupos armados es la fragmentación del Cartel de Sinaloa y su pugna con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), además de la lucha con otros grupos criminales locales. Solo así se entiende que Chiapas se haya convertido en una frontera tomada por el crimen organizado, dejando a más de cuatro mil desplazados en Tila.
La cifra más estremecedora que arroja esta guerra de carteles por el control territorial en México es la de desaparecidos forzados: 115 mil hasta agosto de 2024, aun cuando hay evidencias de que el registro es incompleto.
En 2023, se logró identificar 5 mil 696 fosas clandestinas en 570 municipios del país, donde yacen cientos de miles de personas asesinadas y hechas desaparecer.
Este informe, fue realizado antes del enfrentamiento abierto en Sinaloa entre Los Chapitos y La Mayiza. Solo aumentaría el desastre, los indicadores y los muertos.
InSight Crime (el centro de investigación criminal más importante de América Latina y el Caribe) lo dice. En México se encuentran las organizaciones criminales más grandes, sofisticadas y violentas del hemisferio. Estas organizaciones han surgido de su larga historia de contrabando y de su proximidad a Estados Unidos, la mayor economía del mundo, para convertirse en una amenaza regional.
Sus redes se extienden desde Argentina hasta Canadá e incluso Europa. Trafican con drogas ilegales, bienes de contrabando, armas y personas, y lavan sus ganancias a través de cambistas, bienes inmuebles, bancos regionales y locales y proyectos económicos. Su armamento, entrenamiento y táctica se han vuelto más sofisticados con la intensificación de los esfuerzos del gobierno mexicano por combatirlos.
Estos grupos tienen un alcance más local que sus antecesores y se basan en un portafolio criminal más diverso para generar ingresos ilícitos.
El recién nombrado presidente número 47 de los Estados Unidos designó a todos los cárteles del crimen organizado mexicano como terroristas. “No le va a gustar a México”, dijo Donald Trump mientras firmaba el decreto en un pabellón deportivo frente a sus seguidores.
La medida, a decir de los especialistas, dará al gobierno estadunidense enormes facultades que podrían vulnerar la soberanía de México, traducidas, por ejemplo, en ataques mediante drones o incursiones militares en suelo mexicano.
¿Cuál soberanía? Nuestra soberanía está rota desde hace décadas donde territorios completos, carreteras y ciudades están ocupadas por el crimen organizado. Que no se hable de soberanía contra estos psicópatas. Que le pregunten a todos los afectados por estos delincuentes si perderían su soberanía. ¿Cuál sería su respuesta?
