Los focos de navidad en Acapulco
Por: Vladimir Galeana Solórzano
En lo personal creo que ya va siendo hora de que las eminencias médicas puedan generar un diagnóstico del estado mental del Presidente de la Republica. Y lo necesitamos los mexicanos en el corto plazo, porque hasta ahora quien detenta el poder ha dado muchas muestras de no tener las condiciones necesarias para conducir el destino de más de ciento veinte millones de hombres y mujeres de todos los rincones del Suelo Patrio.
En lo personal desconozco si su último desplante haya sido con toda la mala leche, o simplemente ya no le funciona muy bien coco, como se dice en el argot popular. El Señor Presidente de la Republica sobrevoló al otrora Puerto Más Bello del Mundo, y le dio mucho gusto observar que los Acapulqueños ya están celebrando las fiestas del fin de año porque observó una enorme cantidad de focos con motivo de la navidad.
En lo personal desconozco si esa cita fue intencional, o simplemente su destartalado cerebro le jugó una mala pasada. Nunca se ha arriesgado a caminar por las calles porque sabe que los acapulqueños lo van a cuestionar y quizá a abuchearlo por todos sus desplantes que ha hecho con la tragedia que devastó al otrora puerto más hermoso del mundo como se señalaba por los turistas.
Y no me cansaré de señalar que dieciocho horas antes los monitoreos en Estados Unidos le hicieron saber que Otis podría convertirse en un peligroso huracán, y pese a ello no dio la voz de alarma porque seguramente estaba pensando cómo seguir robándose el dinero de los mexicanos para incrementar esa enorme riqueza que él y sus hijos detentan, cuando siempre señalaba que solamente llevaba un billete de doscientos pesos en la cartera.
La mendicidad del Presidente de la Republica es brutalmente ofensiva al entendimiento de los mexicanos, porque ahora señaló que ha sobrevolado nuevamente a Acapulco, y observó que todo está bien, y que ya los habitantes habían colocado sus focos para recibir la navidad. Pobre idiota el inquilino de Palacio, porque esos focos de los que habla son los que los mismos acapulqueños han venido utilizando para alumbrar el desastre causado por el mismo Mandatario.
En lo personal sigo creyendo que el Presidente de la Republica debiera ser revisado minuciosamente por los especialistas de la psique, porque vive en una realidad alterna, y ha dado muchas muestras de ello. No alertar a los acapulqueños de lo que iba a ocurrir dieciocho horas después, o pretender trasladarse por tierra hasta Acapulco cuando tiene aviones y helicópteros a su disposición.
La tragedia que vivieron los Acapulqueños, los muertos que provocó su estupidez de no dar la alerta pública, y el desastre que no ha querido atender, son las principales muestras de los delitos de omisión que ha cometido el aún mandatario. Y tiene que pagar por ellos si en este país existe la justicia. Pero la gran culpa es de aquellos que lo llevaron al poder, a sabiendas de que desde antes diversos especialistas de la psique, habían alertado de que no estaba en sus cabales. Así de simple el desastre que hemos estado viviendo con un desadaptado como mandatario. Al tiempo.
