La Tarjeta del Bienestar
Columna ACERTIJOS por Gilberto Haaz Diez
Un conocido pudiente, de esos que quizá no la necesiten, me dijo que él había formado para tener la tarjeta y el apoyo de Bienestar, que otorga el gobierno de AMLO, y que ahora hay una disputa entre él y el ex presidente, Vicente Fox, quien, asegura, fue en su gobierno cuando se creó. El pudiente ya recoge sus 4,800 bimestrales y, aseguró el presidente que sería de 6 mil pesos, al final de su sexenio. Uno ve formada a la gente humilde, que hace sus colas por no querer cobrar en los cajeros y no pagar la comisión en los bancos, que es de 34.80, IVA incluido. Y los ve uno fletarse las horas y horas porque ese dinero, mucho les ha servido para pagar su luz, algo de renta, los que deban, pero sobre todo para la comida, la despensa y la alimentación. Quizá la creó Fox en sus tiempos de Adultos Mayores de 70 y más, en el año 2003. AMLO la creó antes cuando fue jefe de Gobierno en el DF. Y bajó la edad a 65 y más, y dice que Fox es un caradura. Calderón se metió a declararse autor y no plagiario como la Yazmín Esquivel. Es gran ayuda y está plasmada constitucionalmente, o sea, quien llegue a gobernar ni la podrá quitar ni nada parecido. Larga vida a la pensión a los de Adultos Mayores, que bastante bien les cae ese dinero.
LA DESPEDIDA O LAS GOLONDRINAS
Para cuando se lean estas líneas, ya debe haber acuerdo entre las 4 corcholatas de Morena, cuyo pacto y humo blanco, como un conclave en el Vaticano, saldría el día domingo en su consejo nacional. Así está bien, como lo propuso Marcelo Ebrard, hay que andar en campaña sin tocar los recursos del país o de las ciudades. Sheinbaum será la que más sufra, porque tiene todo el aparato de la Ciudad de México y tiene apoyo de gobernadores y ayer cuando dieron un albazo solo 7 de ellos, incluido el de Veracruz, alzaron la mano que van con Claudia. Al grito de Es Claudia, se convirtieron en pregoneros y aplaudidores, algunos, matraqueros, como le llamó José Manuel de Rio Virgen a Cuitláhuac García Jiménez, de quien dijo que era ‘el matraquero de la Sheinbaum’. Pero aseguran sus amigos, que el Cui, si es Claudia, será coordinador en dos estados. Allí están para lo que se ofrezca, ahora sí cruzarán montañas y ríos y valles por ir en busca del voto. De allí va a nacer quien quizá gobierne el país, porque la oposición se ‘amarchantó’ y aún siguen deshojando la margarita de con quién o quiénes van, así los va a agarrar el Tsunami, cuando se den cuenta tendrán el agua al cuello.
AQUELLOS DIAS DEL DESTAPE
Atrás quedaron los días de las sucesiones, unas muy marcadas, otras muy claras y algunas nebulosas. La favorita corcholata al parecer es la mujer, pero uno nunca sabe que del plato a la boca a veces se cae la sopa. Hubo una que marcaba favorito, aquella que operó Luis Echeverría y todos iban a Bucareli a persignarse y saludar al nuevo patrón, que no era otro más que Mario Moya Palencia, quien dijo alguna vez, cuando Echeverría salía de viaje al extranjero, y él cuidaba el changarro, que el presidente acomodaba la hora de México con la del mundo, esos priístas eran truchas para las frases. Cierta vez de una mañana, había un evento en la Casa del Obrero Mundial, allí llegó el presidente cuando se dio el destape de que el candidato era, su compadre y amigo, José López Portillo. El mundo mexica se paró de cabeza. Al presidente nadie lo podía interrumpir en ese acto. Quién se acercó muy sigiloso y casi se hincó a su lado, fue Jacobo Zabludovsky, quien iba a confirmar si era cierto eso, o era un sabadazo. Echeverría asintió y en ese juego Hacienda le ganó a Gobernación, por 1-0.
Ahora qué pasará. ¿Será de Gobernación el bueno, o de Relaciones Exteriores o de la jefatura de Gobierno o del Senado de la República? Valdrán más los afectos esta vez, como en la época de Echeverría.