La necesidad de un frente incluyente
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas lo que ha venido ocurriendo en estas últimas semanas es una circunstancia muy especial, además de ser algo inédito en los anales de la historia reciente de la democracia mexicana. Los momentos que estamos viviendo los mexicanos son difíciles por la división en que nos han involucrado las mafias del poder de todos los partidos políticos, quienes hasta ahora no han definido acuerdos para enfrentar la circunstancia de un nuevo maximato como el protagonizado por Plutarco Elías Calles.
El cinco de septiembre de 1928, Plutarco Elías Calles convocó en el Castillo de Chapultepec a los altos jefes militares para pactar la total cooperación, lealtad y desinterés en la participación de la candidatura y respetar la decisión del Congreso de la Union de designar a Emilio Portes Gil como Presidente de la República. No todos los generales estaban de acuerdo con la designación, pero se sometieron. Fueron momentos delicados los que se vivieron en esa época, pero Plutarco Elías Calles era quien mandaba.
Para quienes no entienden lo que estamos pasando como nación, habrá que señalar que un maximato es un periodo de gobierno y política en la historia de México que comprende desde el año de 1928 hasta 1934, periodo en el que fueron mandatarios Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, y Abelardo Rodriguez, que culmina en el primer año de gobierno del Presidente Lázaro Cárdenas del Río, cuando decide expulsar del país a Plutarco Elías Calles en 1936.
Definiendo lo que significa un maximato, habrá que señalar que es un periodo en el que el Estado pierde un amplio margen de autonomía frente a la clase dominante, a causa de la existencia de un poder supranacional, que a decir de los tratadistas, es una obscura etapa que se coloca por encima del ámbito de los gobiernos e instituciones nacionales, y que actúa con independencia de ellos. Para decirlo más claro, que está por encima del ámbito de los gobiernos e instituciones nacionales, y eso es lo que Pretende hacer Andres Manuel Lopez Obrador.
De ahí la necesidad de que las diferentes fuerzas políticas del país puedan alcanzar importantes acuerdos para evitar que el actual mandatario pretenda el establecimiento de un nuevo maximato, que pudiera romper con la democracia que nos hemos construido los mexicanos durante tanto tiempo. Y esa ha sido la aspiración del actual mandatario, de ahí su decisión de que su corcholata más fiel sea quien encabece la candidatura a la Presidencia de la República.
La integración del Frente amplio que han estructurado los partidos políticos tiene un valladar, y se llama Alejandro Moreno, el actual dirigente del tricolor, que tiene y mantiene una estrecha cercanía con el Presidente de la Republica y podría cometer una brutal traición al pueblo de México. ¿Que le queda a los ciudadanos? Buscar la unidad conjunta de Xochitl Galvez y Enrique de la Madrid Cordero, para que se conviertan en los baluartes de la democracia mexicana haciendo mancuerna para evitar las ansias tiránicas del habitante de Palacio Nacional. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
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