La Judicatura en movimiento
Arturo Ríos Ruiz
Ayer domingo, miles de trabajadores del Poder Judicial de la Federación salieron a las calles en 25 ciudades se manifestaron por el dictamen próximo a discutirse en el Senado, sobre la extinción de 13 de 14 fideicomisos.
La Cámara de Diputados aprobó la extinción de 13 de 14 fideicomisos, que representan 15 mil millones de pesos, que, de acuerdo con los empleados, esto afectará sus ingresos y derechos laborales.
El gobierno, ha desmantelado decenas de Fideicomisos para agenciase más dinero desviado a intereses electorales y otros gastos no comprobados sin el menor recato de transparencia. Son actos ilegales que asumen a la perfección el calificativo de dictatoriales.
El presidente es enemigo del orden en todas sus acepciones, el más notorio es no rendir cuentas, es su rebeldía mostrada a lo largo de su vida en Tabasco. Hay versiones que cuando joven, cometió tropelías y su padre lo envió con el notario Payambé López Falcóni.
“Compañero y mi hermano”, AMLO sobre, Adán Augusto, Payambé, el papá, lo adoptó y le dio protección siendo éste un chamacón. el hoy presidente, fue parte de la familia. Adán, hoy, en apariencia relegado.
Después del paréntesis, regresemos a la marcha nacional, la más seria y organizadas de todas las anteriores y con un excelente efecto social, hubo réplicas en 25 estados lo que le da calidad nacional.
Los representantes de base, de confianza y sindicalizados de la institución emitieron un acuerdo de normas, lineamientos y recomendaciones.
Este movimiento marca un ánimo esperanzador y otros organismos, podrían seguir esos pasos y hacer crecer la inconformidad laboral. “No quiero que cambien ni una coma”; “No me vengan con que la Ley es la Ley”. Frases su apetito de imposición.
Deberemos estar pendientes de la repercusión del movimiento a nivel nacional, que podría crecer como una llama fenomenal con réplicas de otros órganos, que igual, resienten los abusos del poder encarnados en quien se comprometió en 2018, que trabajaría por México para bien.
Es el año de la despedida presidencial, pero AMLO, desde que llegó, incubó en sus adentros la idea de eternizar en sí mismo el poder o a través de quien lo obedezca con ceguedad.
Claudia Sheinbaum fue la elegida, la más cómoda para él, sólo leamos sus pronunciamientos que son réplicas burdas a su mentor y no garantiza camino alguno, sino la misma receta que ya cansó.
Recalcamos que todos los regímenes se desgastan en el curso de la gestión y sobresale ese efecto el último año de la atropellada administración nutrida de desencantos, frases hirientes, violencia verbal y yerros que surtidos sin compasión.
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