La discapacidad informativa crea no sólo gente desinformada sino la deformación de la historia. Independientemente de que la derecha termine por creerse sus mentiras en un acto de fe ciega ante el desprecio por la verdad, las fake news poseen una dinámica que el pensamiento de algunos no es suficiente para reconocer la verdad de la mentira-.
Lanzan una mentira y reclaman a la realidad su influencia en la sociedad, así sucedió con un claro ejemplo, demasiado burdo por el tema y vulgar por el personaje pero que pinta, con claridad, la manera de algunos de percibir el mundo.
La derecha lazó desde sus medios convencionales la idea de que luego del huracán Otis, la ayuda del gobierno llegó tarde y cuando llegó fue regateada y hasta condicionada. Nada de esto fue verdad pero se difundió por los canales de televisión comerciales hasta el cansancio.
El nado sincronizado de esos medios permeó entre los columnistas y autodenominados analistas políticos, quienes afirmaban que debían apoyar a los damnificados ante la pasividad del gobierno, mientras éste actuaba acelerada y puntualmente contra los daños del fenómeno natural y en favor de los afectados.
Este panorama no sólo artificial si no muy distanciado de la realidad fue consumido por un personaje que dio todo lo publicado como cierto y luego, en su plataforma se dedicó a tratar de probar que hubo fraude electoral poniendo como evidencia el voto masivo de los guerrerenses en general y de los acapulqueños en particular en favor de Morena, a pesar de que no fueron atendidos en los daños del huracán.
Alazraki, mostrando su decrepitud mental, consumió, sin mayor reserva que las de sus muchas limitaciones, la información proporcionada por sus similares. Dio por un hecho que la ayudad el gobierno el ejército, los brigadistas y todo el servicio de salud que se trasladaron nunca existió. De tal manera que a pesar d eso la gente votó masivamente por Morena.
Habría que atribuirle mucha perversión o mucha ingenuidad al este personaje que se explica la realidad del país sólo a partir de los medios que le son afines a su manera de pensar y percibir el país y el mundo.
Como argumento de fraude electoral la denuncia por el exceso de votos en favor del partido en el poder simplemente es inservible. Como miopía ante las mentiras habituales de los medios acusa estulticia.
Sin ningún pudor o duda de por medio pro su tergiversada interpretación de la realidad el vocinglero de la ultraderecha hace afirmaciones tejidas en el aire, asadas en medios en los que nadie debe confiar, menos él que ha dicho que la propaganda política y el discurso de los funcionarios debe tener como principal insumo: “mentir, mentir y mentir”.
La falta de congruencia, rebasa la esquizofrenia en este tipo de personajes que actúan como si hubieran nacido en la mañana del día que expresan sus ideas. Sin memoria ni pensamiento. Sólo repiten lo que en algún momento escucharon en el desayuno con sus similares o los merolicos estilo Ciro Gómez Leyva en su verborrea disfrazada de alocución. Porque desde ese noticiario fueron di fundidas muchas de las mentiras sobre la falta de atención a los damnificados de Acapulco.
Por eso se afirma que los medios convencionales mienten todo el tiempo y no dejarán de hacerlo en una guerra informativa que nadie detiene. La contrarrestan algunos medios informativos, que desde luego la clase media temerosa de consumir mentiras no escucha ni ve.
Esta manera de ver la realidad, desde la miopía de la ideología rancia que practica, le ha costado al charlatán que lo despido de un diario de circulación nacional y de una radiodifusora en los últimos meses. No es a causa de la represión que en sexenios anteriores se practicaba sino de la manera obtusa de ver una realidad que no existe y, por si fuera poco, difundirla.
