Incidencia delictiva en México
Cuando el delito se multiplica, nadie quiere verlo. Bertolt Brecht. Camelot.
ACERTIJOS por Gilberto Haaz Diez
Cada mes, que el secretariado de Seguridad Publica da los datos duros de los abatidos y del crecimiento de la delincuencia, se nos ponen los pelos de punta. Alguna vez estando en Madrid, chulona mía, hubo un crimen en una provincia y trajeron como cinco días la misma nota en la tele, a mi amigo, que me acompañaba, le dije que en México no tendrían tiempo para contarlos. Ciro Gómez Leyva en su noticiero de anoche se asombró que, aunque el gobierno presumiera que bajaron los crímenes violentos, eran de un promedio de 83 diarios (10 de ellas son mujeres). Es decir, en 24 horas se matan 83 mexicanos y mexicanas, entre ellos muchos que son inocentes, porque si uno oye de una balacera en una fiesta de XV años, normalmente sale lastimada una criatura. Es el México violento que despertó hace muchos años y que este hombre que llegó a gobernarlo pensó que regañándolo y acusándolos con sus abuelitas y bajo la consigna de Abrazos y no Balazos, pensó que con eso se aplacaban. Qué va, se apoderaron de más territorios y hoy vivimos en algunos estados y ciudades, apretando aquellito. Otra, en este México bronco liquidaron en Oaxaca de un machetazo en la cabeza a un deportista argentino. La nota le dio la vuelta al mundo, un enajenado lo mató a sangre fría. La familia donó los órganos que servirán para que 50 mexicanos logren alcanzar mejor calidad de vida con un trasplante, entre aplausos salió el cadáver en el hospital, de ese joven que aquí vino a entregar su vida y a donar órganos.
LOS JUEGOS TELEVISADOS
De un tiempo a la fecha, los partidos de la liguilla BBVA comenzaron a ser exhibidos en televisiones de paga. Y había pocas opciones para que se vieran como se veían algunos antes, por la tele abierta. Eso casi ya no existe, aunque ahora las cadenas tuvieron que hacer un panel y los juegos de la liguilla ya se exhiben en SKY o Canal 5 o Azteca 13. En los estadios los boletos se agotan, porque las liguillas tienen jale, y por eso es necesario que la televisión abra al público todos los juegos. Igual ocurre con la Champions, si no estás suscrito a HBO o la bebes o la derramas, que normalmente la derramas, porque ni modo de beberla y comprar una suscripción sólo para ver la Champions, que es como un Mundial. Hubo ocasión en que gobiernos meten la mano para corregir y proteger a la afición, pero aquí, lamentablemente, al presidente AMLO solo le gusta el béisbol, y de futbol no sabe nada, si no, ya le hubiera metido las manos y poner orden allí.
EL HAT TRICK
Los lenguajes suelen venir de donde menos lo espera. Hace no mucho, cuando los futbolistas comenzaron a meter goles, escuché que, por ejemplo, Cristiano Ronaldo había hecho un ‘hat-trick’, y mi mente pueblerina no entendía qué era eso, lo asocié a que había metido tres goles, porque también le ponen, cuando anota cuatro, four trick. Entonces, como mi cuenqueño coco no asimilaba el entender, me fui a Google, que todo lo sabe y le aprendí el porqué de esa expresión: “Como con otras expresiones deportivas, en español para decir que alguien ha hecho un triplete -o una tripleta- habituamos a utilizar el término anglosajón ‘hat-trick’, que, pese a que no sepamos lo que signifique, nos suena perfectamente. Pero ¿qué relación puede tener un sombrero (hat) con los goles o tantos? El sentido está, como muchos habrán adivinado, en el origen de esta curiosa expresión, que se remonta a un juego tan desconocido en nuestra cultura como el críquet, uno de los deportes británicos por antonomasia. ¿Cuál es el origen de la expresión hat-trick?. El curioso término fue utilizado por primera vez en 1858, con un significado mucho más literal. Ese año, HH Stephenson logró tirar los tres wickets, con las tres bolas pertinentes. Tres de tres. Dado que fue el primer jugador de críquet en conseguirlo, le regalaron un gorro (hat) personalizado, comprado con las ganancias que el partido había sacado. Al parecer, el término fue utilizado por primera vez en papel en el año 1878”. Eso, pues.