“Grillos en su Tinta”, la imposición
¡Justifican el “corcholatazo”!
Por José Luis Barrón
Para consumar el vergonzoso fraude en el proceso interno del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para definir a Claudia Sheinbaum como su coordinadora de los Comités de Defensa de la 4ª Transformación, al final de esta desaseada “encuesta” recurrieron al método gringo de la ponderación de votos, es decir como lo trata de explicar la misma Citlalli Hernández, secretaria general de ese partido, que “no era quien ganara más número de boletas marcadas ganaba la encuesta, no, lo que nos explicaban las encuestadoras es todavía falta la ponderación es decir si la boleta la llenó un joven de la sierra de Guerrero valía distinto al voto de una mujer empresaria de las Lomas”.
Lo que nos recuerda que en México sí existen mexicanos de primera, de segunda, de tercera y de cuarta, faltando a la frase célebre de la primera dama del país Beatriz Gutiérrez Müller: “En México no queremos que haya mujeres de primera ni de segunda, tampoco queremos que haya hombres de primera ni de segunda”.
En reiteradas declaraciones Citlalli Hernández habla categórica de transparencia, sin embargo, ella misma se contradice: “… pues no queríamos que hubiese observación en ese proceso porque pues podría filtrarse ‘va ganando tal porque va arriba en las boletas’ y podría cambiar el resultado”, sin embargo, permitieron la presencia de los equipos de todos los aspirantes a la coordinación de los Comités, menos al de Marcelo Ebrard, al que le impidieron el paso policías de la Ciudad de México con lujo de violencia y de la cual resultó lastimada la senadora Malú Micher.
¿Por qué no dejarlos pasar si se supone que iban ganando por amplio margen? Imagínense querido lector si ya desde ahora se actúa con esa prepotencia… ¿Qué esperamos los mexicanos si Claudia Sheinbaum llega al poder?
La misma Citlalli Hernández admite en su justificación, sin darse cuenta, que se manipularon los votos por si algunas de las “corcholatas” le fuera ganando a la impuesta por el número de boletas, aplicando ese criterio clasista y así justificar el triunfo de la favorita del presidente y de esta manera la cúpula morenista cumplirle su capricho a Andrés Manuel López Obrador en lo que fue un circo “dedocrático” bastante oneroso a pesar de la tan cacareada “austeridad republicana”. Evidenciando que no son nada diferentes de lo que tanto han criticado, así que hablar de transformación o darse golpes de pecho es tan ridículo como lo fue esa burda entrega del bastón de mando (una ofensa para las costumbres y tradiciones del pueblo indígenas) y toda esta gran farsa del proceso interno del ahora partido oficial.
Conclusiones:
1.- 4 mil 875 encuestados a modo, el presidente, Mario Delgado, Alfonso Durazo y Citlalli Hernández no son “todo el pueblo” mexicano que cuenta con 98 millones 387 mil 037 de habitantes en posibilidad de votar, de un total poblacional de 129 millones 388 mil 467 de personas, por lo que decir que el “pueblo ya decidió” es una total mentira, pues esos 4 mil 875 encuestados a modo apenas representan un 0.00539 % y si hablamos de legitimidad, ni siquiera las 555 mil firmas de apoyo que obtuvo Xóchitl Gálvez durante este proceso de definición de candidaturas alcanza ese 10 % de la población que se requiere para presumir contundencias.
2.- Finalmente López Obrador resultó ser un ingrato que mintió y traicionó a su “amigo Marcelo” (quien lo acompañó durante más de 20 años en su lucha por llegar al poder soportando más las duras que gozar de las maduras), faltando a sus “principios” que por cierto muy pocos morenos en la función pública aplican ya que la gran mayoría se conduce exactamente igual que como los que criticaron mucho, de hecho, esos muchos fueron reciclados y hasta premiados y los auténticos morenos fundadores solo se han quedado como el chinito: “nomás mirando”.
El camino de la dictadura
Primero dos años tratando de posicionar a Claudia Sheinbaum con encuestas a modo, luego todo el apoyo oficialista de varios gobiernos, que por cierto de inmediato mostraron que quieren recuperar la inversión al emitir un comunicado avalando el resultado de la “encuesta”, multitudinarios mítines organizados por autoridades municipales y estatales que representan un excesivo gasto para la supuesta “austeridad republicana” pues se recurrió a las viejas prácticas del PRI como el acarreo, las amenazas al burocratismo y el condicionamiento de los programas sociales, como el del Bienestar, para apoyar a la “corcholata” del presidente.
De hecho, en el organigrama del evento que se realizó en la Plaza de Toros de Cancún y que alguien filtró se ven los nombres de dependencias y funcionarios que apoyaron en el acarreo de gente, asimismo también se recurrió a esos viejos operadores como fue el caso de Cancún donde Julio Duran coordinó el evento de esa “corcholata” siendo secretario técnico de Gabinete estatal.
Y por supuesto lo que derivó en un final en que saltaron a simple vista las consabidas “marrullerías” priistas ahora orquestadas por la cúpula morenista.
Por lo que hay que estar alertas mexicanos, ese “cochinero” de proceso interno puede ser la antesala de una eminente dictadura, cuestionemos: ¿Por qué imponer a la “corcholata” más débil? ¿Dejar una herencia familiar, primero a la nuera y luego al hijo y que él siga gobernando el país tras bambalinas? ¿Por qué el temor que Ebrard aparezca en la boleta de 2024? ¿Será también que quiera retacharle la copa a la oposición? ¿Cuál es el oscuro juego de intereses de López Obrador? ¿Sabe Andrés Manuel que sin él Morena no es nada?
En tanto, por encima de la “candidata electa”, quien es noticia es Marcelo Ebrard, quien decidirá su futuro político este lunes, decisión que millones de mexicanos esperan sea la de un líder aguerrido, dispuesto a jugársela el todo por el todo, a pesar y en contra de una anunciada elección de Estado, pues ya nos dimos cuenta que la consentida hará una campaña tan sucia como la reciente, apoyada por el suegro.
Y a propósito de números 30 millones no es ni siquiera el 30% de 98 millones 387 mil 037 de votantes. Analicen y por amor a Zapata, no voten con el estómago.
