¿Factible encontrar a los normalistas?

Por: Vladimir Galeana Solórzano

Andrés Manuel López obrador ha sido el paladín de la distracción y del engaño. Cuando los temas más sensibles le llegan a salpicar, siempre tiene la habilidad de construir un camino distinto que no le provoque desaciertos, o simplemente deja en el tintero una opinión y se va a otro tema. Y esta circunstancia se ha convertido en un éxito cuando de salir del apuro momentáneo se trata.

Y esa habilidad para salirse por la tangente es la que lo ha mantenido a salvo de los daños colaterales, que por cierto, asumen sus principales colaboradores, porque para eso están, para servir de parapeto cuando los hechos son contundentes. Pero el juicio de la historia lo enfrentará solo, porque ya no tendrá a quien echar la culpa de sus yerros y sus equivocaciones que mucho han costado al país.

El tema de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa sigue siendo un elemento útil en el discurso presidencial cuando de salir del paso de uno de sus atascaderos verbales se trata, porque hasta ahora sigue sosteniendo que se tiene que hacer justicia cuando se ha mostrado y demostrado quienes fueron los culpables, pero a esos no los menciona porque son parte de esa delincuencia organizada que hasta ahora le ha servido para salir del paso cuando se presenta alguna eventualidad.

Mucho se ha mencionado acerca del destino final de esos desgraciados estudiantes, que a causa de su propio empecinamiento por hacerse de dinero a través de los asaltos a las carreteras de peajes, y su clásica lucha en la que se dedican a destrozar mobiliario urbano y a asaltar negocios, pagaron sus culpas con su propio acercamiento, dedicación y cercanía a las bandas de criminales, que al final fueron otros quienes los sacrificaron.

La esperanza siempre estará presente en la mente de los desgraciados padres que siguen con la voluntad latente de que pudieran volverlos a ver, pero si de algo se tiene seguridad es de que ya no están en este plano, aunque muchos seguirán manteniendo latente su recuerdo porque todavía esa lucha genera dividendos económicos, pero sobre todo, esa inacabable esperanza de volverlos a ver por parte de los padres.

La desaparición de los normalistas ha sido un claro ejemplo de la colusión que existe con el crimen organizado en diversos territorios del país, porque las rebeliones de estudiantes que son manipulados por los criminales, sirven para desviar la atención de sus principales objetivos, que no es otra cosa que el control total de los territorios que les ha cedido la presunta gobernadora Evelin Salgado, y su padre que opera en las sombras entre gobierno y delincuencia. Así de simple. Al tiempo. [email protected]

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.