EU apoyó a Calderón a “espiar”
Cables confidenciales revelan como Anthony Garza, exembajador de Estados Unidos en México apoyó al gobierno de Calderón con cursos de espionajes para imponer su agenda.
Expedientes MX.
Comienzo con una pregunta. Si Estados Unidos dio adiestramiento y equipo de espionaje al gobierno de Felipe Calderón, ¿por qué no dijeron nada de los posibles malos pasos de Genero García Luna? Le cuento.
Estados Unidos, siempre se ha involucrado en la política mexicana. Durante la difícil situación en la elección de 2006 donde la inestabilidad poselectoral entre los candidatos presidenciales Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador era muy grave, Washington metió las manos en esta disputa política.
Al menos así lo revelan comunicaciones surgidas de la embajada de la Unión Americana en nuestro país. Son cables salidos del despacho del embajador, calificados de confidenciales, dirigidos a la Subsecretaría de Estado de Asuntos Hemisféricos. Uno de ellos el cable 06MEXICO4937.
Era Anthony Garza, embajador de Estados Unidos en México, quién describía a Felipe Calderón en la mayor situación de debilidad política posible. En ese cable confidencial del 1 de septiembre de 2006, el diplomático decía que “corremos el riesgo de que los asuntos de mayor importancia para nosotros se estanquen, a menos que podamos enviar una enérgica señal de apoyo para que el futuro mandatario logre imponer su agenda”.
Y es que faltaban cuatro días para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), declarara oficialmente el triunfo del candidato panista. Habían transcurrido dos meses desde las elecciones presidenciales de 2006 y el conflicto político y la protesta popular estaban en su apogeo.
El representante del gobierno de George Bush en México anunció a sus superiores en el Departamento de Estado que, una vez que el TEPJF declarara electo al panista, un equipo de la misión, “bajo mi cargo” se involucrará activamente con el equipo de transición de Calderón para promover y hacer progresar las áreas que son prioritarias para nosotros.
Eso fue solo el principio, tan luego se apagaron los incendios político-electorales, el gobierno de Estados Unidos adiestró al gabinete de seguridad del ex presidente Felipe Calderón para operar sistemas de espionaje, hackeo y rastreo de información en telecomunicaciones, como internet, teléfonos y sistemas satelitales.
Desde las oficinas internacionales de Paseo de la Reforma, surgió una lista de cursos y seminarios que recibieron fuerzas federales mexicanas entre las que destacan la Policía federal, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y el extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), quienes recibieron cursos de análisis de telecomunicaciones por parte de instancias estadunidenses, como la Oficina Antiterrorismo del Departamento de Estado (DEA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la embajada en México.
Desde 2007 y hasta 2012, elementos de la Policía Federal, que comandaba el entonces secretario de Seguridad, Genaro García Luna, recibieron al menos nueve capacitaciones sobre tecnologías de la información.
Dos de ellas, fueron para operar un sistema de espionaje, con capacidad para vigilar cualquier vía de comunicación de uso convencional, como teléfonos, radios computadoras y sistemas satelitales.
Todo apunta que fue la compañía Pen-link la que operó el sistema orientado al espionaje de conexiones alámbricas, inalámbricas, satelitales, de voz, voz io, paquetes de datos y comunicación 3G, incluyendo “push-to-talk”, mensajería instantánea, chat, correos electrónicos y tráfico web.
Fue la embajada de Estados Unidos, a cargo de Anthony Garza quien coordinó este entrenamiento, que comenzó en 2007 bajo el nombre “curso software Pen-Link”, y que se repitió al año siguiente con el título “curso 12 y Pen-Link avanzado”.
Estados Unidos también instruyó a la PGR que dirigieron Eduardo Medina Mora, Arturo Chávez Chávez y Marisela Morales Ibáñez, en prácticas de monitoreo durante todo el sexenio.
La Procuraduría se coordinó con la Oficina Antiterrorismo del Departamento de Estado, la DEA, y el FBI, para que funcionarios mexicanos tomaran 20 cursos y seminarios sobre el rastreo de evidencias digitales, hackeo, investigaciones por internet y análisis de teléfonos celulares.
En tanto, el Cisen tomó al menos tres entrenamientos del gobierno norteamericano, relacionados con el análisis informático, así como conocimientos esenciales en computación forense, búsqueda en Internet avanzado y una capacitación más sobre nuevas tendencias en arquitecturas y seguridad de comunicaciones.
Washington lo sabe todo: narcotráfico, grupos armados y movimientos de funcionarios gubernamentales que operan en México. En este momento, se desarrolla un litigio contra Genaro García en Nueva York y las acusaciones son de testigos protegidos. ¿Por qué no los fiscales norteamericanos presentan grabaciones que la DEA y el FBI han de tener? Que no se hagan, ellos, están metidos en todo. Los soplones protegidos, dicen verdades a medias y sin sustento.
