En 64 años, 25 relevos en el ISSSTE: Botín de muchos
El ISSSTE fue diseñado para brindar seguridad social a los trabajadores federales, estatales y municipales con sus respectivas familias. Hoy, son cerca de 14 millones de mexicanos.
El antecedente del Instituto, la Dirección General de Pensiones Civiles y de Retiro, creada en 1925, durante 35 años recaudó un fondo de pensiones para otorgar retribuciones a los trabajadores gubernamentales en retiro.
Sin embargo, al paso de los años el fondo fue utilizado como botín para campañas presidenciales y gubernaturas, fundamentalmente, en el Estado de México y hace unos años, para Veracruz y Chihuahua.
Llama la atención que el principal financiamiento de la Dirección General de Pensiones Civiles y de Retiro, luego ISSSTE, esté patrocinado por las cuotas de los trabajadores afiliados a las 21 prestaciones y que, en ese sentido, sus representaciones sindicales sólo formen parte de la Junta Directiva en la posición de dejar hacer dejar pasar.
Los sindicatos son organizaciones que intervienen como mediadores entre los empleados y los titulares de instituciones del Estado y en el caso de la “privatización del ISSSTE”, guardan silencio ¿y a cambio reciben dádivas? ¿De dónde sus mansiones en San Jerónimo, en Bosque Real, en Punta Diamante, de dónde el financiamiento de hoteles con sueldo burocrático? Por ejemplo. Aparte del abuso y uso de las cuotas sindicales.
Los exdirectores del ISSSTE que se distinguieron por su voracidad financiera, contribuyentes del desfalco millonario, se habla de Miguel Ángel Yunes Linares, Benjamín González Roaro, José Reyes Baeza Terrazas y entre los ladrones institucionales resaltó con honores Emilio Lozoya Thalmann, del grupo de los Toficos Universitarios, encabezados por Carlos Salinas de Gortari, de hecho, con él se intensificaron las subrogaciones de servicios.
Lo clásico, para disfrazar el robo; ejecución de construcciones y obras de mantenimientos obsoletas, compras fantasmas y sobre precios; reducción de presupuestos para la compra de equipo médico y medicamentos a cambio de los diezmos que cobran a los proveedores, prestadores de servicios irresponsables y de mala calidad.
El director general es quien la preside la H. Junta Directiva y la conforman el titular y dos Subsecretarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; los titulares de las Secretarías de Salud; Desarrollo Social; Trabajo y Previsión Social; Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de la Función Pública, así como el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Relevante que en la Junta Directiva nueve representantes de las organizaciones de trabajadores formen parte de ella como del SNTISSSTE y de la FSTSE. Dirigentes que, como el changuito, nunca oyeron, nunca vieron y jamás hablaron de los desvíos de recursos y de los ingresos de mercenarios que, en contubernio con los directores, a partir del 2000, se acentúo la “privatización” técnica del ISSSTE. ¿Responsabilidades compartidas de acuerdo con la Ley del ISSSTE? ¿Los fueron integrantes son de chocolate o de plano la Junta es inoperante?
No es gratuito que el presidente Andrés Manuel López Obrador señalara que “Nos costó muchísimo enderezar el entuerto”; el ISSSTE, históricamente era un botín”.
“Nos costó muchísimo, pero no en lo económico, sino en enderezar ese entuerto porque estaban bien enraizados los que vendían los medicamentos al gobierno, 10; que ni siquiera eran laboratorios, sino intermediarias que vendían 100 mil millones de pesos; 10, vinculados con políticos”, subrayó el Primer Mandatario.
Al respecto destacó que “tuvimos que modificar la ley. Ustedes saben que no se podía comprar ni un medicamento en el extranjero, porque se protegía este negocio jugoso de corruptos”.
Con la llegada de Carlos Salinas a la Presidencia y de Emilio Lozoya, al ISSSTE, abiertamente se dio el banderazo para incrementar las subrogaciones de servicios de laboratorio, de estudios de imagenología y surtimiento de medicamentos fuera del cuadro básico, en establecimientos particulares.
En tiempo de Alejandro Carrillo Castro se negó en demasía la “privatización del ISSSTE”; en los discursos se mencionó hasta el cansancio que ello nunca sucedería y las dirigencias sindicales a todo pulmón repetían lo mismo; “no a la privatización”.
Pero, la comezón por alcanzar la gubernatura del Estado de México se salió de control y hubo necesidad de tocar los dineros de las pensiones, se acercaba la campaña presidencial y habría que hacer uso de toda la retórica de humildad y transparencia, en tanto, con descaro, el ISSSTE se convirtió en la caja chica del PRI, como muchas otras descentralizadas para entronizar a Carlos Salinas.
“El perro llorón” facilitó la descapitalización del ISSSTE; la mayor parte de los flamantes funcionarios venían del estado vecino y traían la consigna de capitalizar las jornadas electorales en favor de Salinas.
Como lo establece la Ley, el ISSSTE se sostiene, en gran medida, con las cuotas que aportan los trabajadores al servicio del Estado y en ese sentido es un gran compromiso de los directivos otorgar atención de calidad a todos los cerca de 14 millones de afiliados; en suma, el ISSSTE es de los trabajadores, para los trabajadores y es correctamente político su reclamo.
El ISSSTE, como Organismo Público Descentralizado del Gobierno Federal, con personalidad jurídica y patrimonio propio. Describe en su página Web la Misión institucional:
“Contribuir a satisfacer niveles de bienestar integral de los trabajadores al servicio del Estado, pensionados, jubilados y familiares derechohabientes, con el otorgamiento eficaz y eficiente de los seguros, prestaciones y servicios, con atención esmerada, respeto, calidad y cumpliendo siempre con los valores institucionales de honestidad, legalidad y transparencia”.
Y por no dejar, vale la pena subrayar: que su visión “es posicionar al ISSSTE como la institución que garantice la protección integral de los trabajadores de la Administración Pública Federal, pensionados, jubilados y sus familias de acuerdo al nuevo perfil demográfico de la derechohabiencia, con el otorgamiento de seguros, prestaciones y servicios de conformidad con la normatividad vigente, bajo códigos normados de calidad y calidez, con solvencia financiera, que permitan generar valores y prácticas que fomenten la mejora sostenida de bienestar, calidad de vida y el desarrollo del capital humano”.
Pese a que los gobiernos estatales y organismos públicos descentralizados tienen deudas multimillonarias con el ISSSTE, sus trabajadores reciben servicio de gorrita café; y quizá el Instituto recupera algo con donaciones de terrenos y tal vez con algo de equipamiento para los hospitales, clínicas regionales y cumplimiento de las 21 prestaciones
El Instituto pretende seguir con nuevas estrategias, con firmeza y claridad de acciones, sobre la base del saneamiento de sus finanzas, con plena transparencia y rendición de cuentas, con una mejor atención a los derechohabientes en todos los servicios.
Ese nuevo intento estará en manos de Berta María Alcalde Lujan, joven abogada con trayectoria limpia, de trabajo, con experiencia administrativa como lo destaca su trayectoria profesional, además del compromiso social que heredó de sus padres; destacados luchadores sociales.
El desorden en el ISSSTE gira en torno a la falta de cumplimiento de leyes y reglamentos de todo intento por mejorar la administración pública. Desde los jefes de departamento hasta los directores de servicios usan su criterio para abusar del poder; licitaciones a modo; contratación y despido de personal, a modo; uso y abuso del patrimonio institucional, a modo.
En el desorden contribuyen las dirigencias sindicales, las que en más de doce años no han logrado beneficios significativos para los trabajadores que reciben apoyos económicos desfasados, lastimeros y peor aún, no contribuyen a la vigilancia de la buena administración como se destaca en la Ley del ISSSTE porque están más ocupados en gastarse las cuotas sindicales y los montos e intereses de los millonarios fondos de la Comisión Nacional de Auxilios, en complicidad con las autoridades del tema.
Alcalde Lujan tendrá a cuestas la transformación del organismo para consolidar la estrategia de nuevas y mejores instalaciones médicas, abatimiento del rezago, mantenimiento de clínicas y hospitales, abasto de medicamentos y modernización de los 21 seguros, servicios y prestaciones de 13.8 millones de derechohabientes para garantizar el derecho a la salud y atención de calidad para las y los trabajadores al servicio del Estado y sus familias.
El reto mayor, extirpar a todos los malos funcionarios que abusan y abusaron del poder bajo el cobijo de padrinos corruptos, mismos que despidieron a cientos de trabajadores en la nariz de sus dirigentes sindicales que no los defienden de sus arbitrariedades.
Existen varios expedientes sobre casos de abuso y acoso laboral en contra de trabajadores, los que, inclusive, fueron despedidos injustificadamente,
Sus casos se dirimen en la Secretaría de la Función Pública, en los Órganos Internos de Control de varios hospitales; en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en las Fiscalías General de la República y de la de la Ciudad de México, que la nueva administración debería revisar para que impere la justicia.
