¿Cómo se lo decimos a Ovidio?
Por: Mario Gómez y González
Los sentimientos son señales que genera el cuerpo para ayudarnos a comprendernos a nosotros mismos y a tomar buenas decisiones. Por ejemplo, sentir miedo en una situación como cruzar la calle en medio del tráfico es una señal útil para mantenerse a salvo.
Por “jugar con los sentimientos de” nos referimos a que en una relación (personal, institucional y-para el caso que nos ocupa, hasta política), hubo alguien deshonesto que sólo utilizó a la otra persona para conseguir algún tipo de beneficio o simplemente para divertirse.
Pues bien, en los pasadizos ocultos (y otros no tanto) de Morena, el partido oficial, los comentarios vienen y van en torno a la persona y a las expectativas políticas para el futuro inmediato de un personaje oriundo de Comalcalco y que forma parte visible e innegable, del círculo especial del seguro próximo gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, nos referimos al actual Senador por Tabasco, Ovidio Peralta Suárez.
Y es que el mismo representante popular de los tabasqueños en la bien llamada cámara alta, siempre ha dicho y jamás lo ha negado, que su deseo es ser el candidato de su partido Morena, a la presidencia municipal de Comalcalco; anhelo que incluso, supera los pronósticos inmediatos de que estará entre los principales funcionarios del nuevo gobierno estatal “Maycista”.
Vaya, para nadie en Morena, mucho menos en la perla de la Chontalpa y ni qué decir en el círculo inmediato de la poderosísima locomotora (expresso, dicen por su poderío) de Comalcalco (JMR) que, a Ovidio Peralta Suárez, le mueve más ser presidente municipal de su solar nativo, en vez del glamour y las ligas mayores del gabinete gubernamental; es en serio y, la verdad, no es pecado, al ser una decisión estrictamente personal, lo cual es respetada.
El problema del anhelo-justo y legítimo- de Ovidio Peralta Suárez, por ser el próximo presidente municipal de Comalcalco, choca y conflictúa con el escenario político nacional de Morena y del mismísimo presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y de las instituciones que representa.
Pero, ¿por qué?, se habrán preguntado entonces, y la respuesta viene desde los mismísimos contextos políticos, electorales y del poder mismo, ya que justamente por ley (lo sabe bien, Ovidio y hasta el propio May), que los cargos públicos son irrenunciables, no olvidando que es el actual Senador por Tabasco.
Y, que al ser precisamente Senador suplente (llegó tras separarse del cargo Javier May Rodríguez, para ser secretario de estado y luego titular del proyecto más importante de este sexenio y del propio presidente) y-por lo tanto- no puede renunciar, ya que, al hacerlo, dejaría vacante la Senaduría.
¿Y?, lo anterior-su dimisión como Senador para venir por la candidatura a la alcaldía de Comalcalco- dejaría vacante el escaño en San Lázaro (vieja casona de Xicoténcatl o Senado de la república), por lo que Morena se quedaría sin un Senador, máxime que es el último año de Andrés Manuel López Obrador y hay muchos temas en la agenda presidencial que se tienen que aprobar favorablemente al ser vitales para el futuro de la cuarta transformación (4T) y el ejercicio del venidero gobierno federal.
¿Captaron?, con todo lo anterior se ve más que difícil, imposible, que Ovidio Peralta Suárez, pueda cumplir-al menos por ahora- su sueño de ser el próximo alcalde de Comalcalco, por lo que tendría que conformarse con ser funcionario de alto nivel del próximo gabinete del gobernador Javier May (SOTOP, SEGOB, SAIG, por citar algunas del organigrama de la administración pública estatal).
Se dice- lo cual es lógico de imaginarse- que ambos (Ovidio Peralta y Javier May), lo saben y están perfectamente conscientes de que, Morena no se puede y ni se debe-vaya, no quiere- quedarse sin Senador, hoy que tanta falta le hacen los votos al presidente López Obrador, para cerrar su paso por la administración pública federal.
Es imperativo pues, al no haber una salida visible a este problema, hablar bien las cosas con Ovidio Peralta, de modo que no vulnere, ni lastime los sentimientos del joven político comalcalquense; máxime cuando apenas está dando sus primeros pasos dentro de la política tabasqueña, siempre al lado de Javier May, por lo que el lazo de compromiso es fuerte y sólido.
En La Línea de Fuego** En el séptimo (7) distrito electoral local, comienza a despuntar el joven (ojo con la cuota) y talentoso tabasqueño, Emilio José Balcázar Garduza, quien, al amparo de las siglas de Morena, anhela una curul en el Congreso del estado, pues trae discurso y propuestas que enriquecerán el diálogo y la tarea parlamentaria a favor de la entidad y de los tabasqueños.
En La Línea de Golpeo** Al afirmar que es de pueblo y se debe al pueblo, José del Carmen Gómez Arellano “Checame” agradeció las muestras de apoyo de destacados cuadros políticos, empresarios, académicos y del pueblo organizado a su aspiración para coordinar los comités de la defensa de la transformación en Jalpa de Méndez** “Jamás defraudaré la confianza del pueblo de Jalpa de Méndez”, expresó el popular líder social, al agradecer la suma de destacados cuadros políticos a su proyecto y aseguró que se encuentra en primer lugar en las mediciones en preferencia ciudadana.
Los Malosos** Este miércoles, el aspirante a coordinar los comités de defensa de la cuarta transformación en el municipio de Centro, Daniel Arturo Casasús Ruz, presidirá interesante ejercicio informativo con los miembros de la Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP), por lo que habremos de estar atentos para el análisis reflexivo en torno a los conceptos que vaya a manejar.
Jaque Mate** Le preguntamos a un extraordinario hombre de instituciones, estudioso de la política y analista reflexivo, en torno a la sucesión por la alcaldía de Centro entre el “buen argumento” que representa Jorge Bracamonte (Javier May Rodríguez), versus la “buena recomendación” en la persona de Daniel Casasús (Andy López Beltrán), y esto fue lo que nos respondió sin inmutarse: “La amistad cuenta y los votos pesan” * ahí se las dejo* fue todo por hoy** hasta mañana Dios mediante