Cineteca cincuentenaria
Por Jorge Carrasco V.
Parece que fue ayer, pero han pasado 50 años desde que la Cineteca Nacional abrió sus puertas con una función de Naranja Mecánica, la cinta más vista en la historia del recinto, que se encontraba en la calzada de Tlalpan esquina con Río Churubusco, el 17 de enero de 1974.
Por cierto, la inauguración resultó accidentada, pues como los boletos que costaban 25 pesos al público en general y 10 a los estudiantes y maestros se agotaron rápidamente, el público dió portazo, ante el temor que la cinta de Stanley Kubrick fuera censurada.
Contaba con dos salas, la Fernando de Fuentes, en donde se exhibieron cintas como El último tango en París y Cuando el destino nos alcance, y una más pequeña el Salón Rojo, donde se programaron ciclos de Akira Kurosawa, Luis Buñuel y los Hermanos Marx.
Uno de los más memorables fue el de seis obras maestras del cine mudo proporcionadas por el Museo de Nueva York.
Por cierto, pocos saben que había una sala más pequeña, en donde nuestro maestro Miguel Barbachano Ponce consiguió que nos pasaran La madre de Vselvod Pudovkin.
En el plano nacional pude ver La isla de la pasión de Emilio Fernández y la segunda versión de Allá en el rancho grande, que se perdieron en el trágico incendio.
Tragedia irresponsable
La tarde del 27 de marzo de 1982 mientras se exhibía La tierra de la gran promesa de Andrej Wajda, en la que se veía un incendio, las llamas se volvieron reales y se produjo un trágico incendio que destruyó las instalaciones y costó la vida a cinco personas y destruyó gran parte del patrimonio fílmico del país.
La titular de la Dirección de Cinematografía, la nefasta Margarita López Portillo, tratando de justificarse declaró ante las cámaras de televisión “que ya había advertido del peligro que representaba almacenar cintas de nitrato de plata, un material altamente inflamable”, pero que no le habían proporcionado el dinero para resguardarlas.
Tal vez le hubieran creído, sino fuera porque había gastado una cantidad superior en la aburrida coproducción Campanas rojas de Serguei Bondarchuk,sobre la vida de John Reed, un periodista norteamericano que asistió a las dos revoluciones.
Nuevas instalaciones
Tuvo que pasar más de un año y comenzar otro sexenio para que se le encontrara una nueva sede a la Cineteca.
El sitio elegido fue la Plaza de los Compositores, un complejo de cuatro salas inaugurado en 1980 y que comprendía las salas Alfonso Esparza Oteo, Tata Nacho, Gonzalo Curiel y Mario Talavera, situado en Avenida Coyoacán 389.
El 27 de enero de 1984 abrió sus puertas el nuevo recinto con un mes dedicado al Cine Mexicano.
Y aunque poco a poco se abrieron dos pequeñas salas extras, resultaba evidente que eran insuficientes,
La entusiasta directora Paola Astorga emprendió en 2011 una ampliación que obligó a tener sedes alternas en la biblioteca Elena Poniatowska, en la Vasconcelos, en el Museo Carrillo Gil y en el IFAL.
Y en diciembre del 2012, adquirió su forma actual, con 10 salas y un foro al aire libre, que son la envidia de los visitantes extranjeros.
En septiembre del año pasado se inauguró una sucursal, la Cineteca de las Artes, que en realidad era el complejo de 12 salas de Cinemark en ese lugar y que tiene una programación complementaria.
¡Felices 50 a esta entrañable institución, orgullo de los mexicanos!.
