Caso Piedra del Sol, opacidad militar
En una de las sensaciones del nacionalismo mexicano en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Al centro de la terminal aeroportuaria existe una réplica de la Piedra del Sol de la cultura Mexica. Toda ella, empotrada en una fuente con aguas danzantes multicolor a la entrada del recinto.
Pues bien, de manera reciente, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) instruyó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) proporcionar versión pública del contrato celebrado para la adquisición de esta escultura.
¿El motivo? Los castrenses compraron la Piedra del Sol, sin clasificar los nombres y rúbricas del personal militar involucrado en la compra. ¿Quién la compró y a quién?
El asunto va más allá. Expedientes MX ha estado solicitando información sobre la construcción del AIFA y la Sedena ha hecho oídos sordos. Hace unos días, el pleno del INAI expuso que, sobre la difusión de los nombres de funcionarios públicos involucrados en las contrataciones de obras públicas, hace unos meses, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió a favor del INAI un proyecto similar, en el que determinó que la Secretaría de la Función Pública (SFP) debe entregar las declaraciones patrimoniales y de intereses de 23 ingenieros militares que estuvieron a cargo de la construcción del AIFA.
La dependencia a cargo de Luis Crecencio Sandoval no ha movido un dedo para entregar la información. Sobre la Piedra del Sol, solo se entregó una versión pública de un contrato por la cantidad de 2 millones 450 mil pesos sin impuestos, pero los nombres “testados” de los funcionarios públicos que lo firmaron.
Esto demuestra una evidente opacidad que puede ser un caldo de cultivo para diversas irregularidades.
El caso es que los militares se sienten vigilados por la CIA (valga es sarcasmo). Le cuento. La SCJN explicó que el recurso de revisión en materia de seguridad nacional, que interpuso la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal ante este caso específico no aplicaba, pues los elementos de las Fuerzas Armadas son servidores públicos sujetos a las leyes de responsabilidades administrativas y de transparencia.
Es decir, los militares no quieren revelar nada de los gastos y operación de construcción del AIFA, de las compras, ni que decir: todo lo están ocultando.
¿Qué privilegios tienen las Fuerzas Armadas que no tengan otras dependencias? Partidos políticos, secretarías federales, fideicomisos, sindicatos, órganos autónomos y cualquier autoridad, entidad u organismo que reciba recursos públicos son sujetos obligados en materia de transparencia y deben entregar la información.
El asunto está sobre la mesa. Se presentó un recurso de revisión ante el INAI para conocer sin testar el contrato: la Sedena sólo proporcionó un vínculo electrónico el cual no es posible acceder para consultar la información.
Solo se tiene un documento todo tachado con número SND/DN8/AIFA/12916/F7/2021-AD-003, denominado Adquisición de Escultura Piedra del Sol (Calendario Azteca), conformado por 16 fojas.
Pero, la Sedena clasificó los nombres y firmas del personal militar involucrado en el contrato.
Si el INAI se ha pronunciado en otros asuntos por mantener la secrecía del nombre de los servidores públicos que llevan a cabo actividades en materia de seguridad pública, en este caso, se trata de ingenieros militares a cargo de la adquisición de la escultura, por lo que es improcedente su clasificación.
A otro can con ese hueso. No es posible acreditar cómo la difusión de esos datos ponga en riesgo la vida, seguridad o salud del personal militar, ni la seguridad nacional, la seguridad pública o la defensa nacional del Estado mexicano.
Eso se llama opacidad aquí y en China. Hay lo pongo sobre la mesa amigo lector, fue el sexenio de los militares, pero también ahí les viene la opacidad con que han operado, todo lo que han construido. Veremos.
