Alejandra Barrios, tenacidad
Arturo Ríos Ruiz
Alejandra Barrios Richard, una mujer que inició su vida en el agitado Centro Histórico de la ciudad, la pobreza la obligó al trabajo desde temprana edad y ayudar a la supervivencia por la pobreza familiar, una niña que comprendió la necesidad y soportó a una infancia carente de sueños.
Su desarrollo se dio entre persecuciones amenazantes de los inspectores de la Delegación Cuauhtémoc, gorilas impíos que les arrebataban la mercancía para el reparto entre su jefe en la escala que culminaba hasta el titular de la demarcación. El delegado.
Alejandra, comprendió muy pronto que se trataba de un juego perverso gubernamental al manejar al comercio informal, entre lo tolerado y lo permitido a cambio de extorsión denominadas “cuotas”. Era el único sendero para trabajar y subsistir. Nada más se podía hacer y así fue.
Avanzaban los años 50 y sobresalían tres lideresas con poder, Guillermina Rico, la fundadora de la dirigencia de vendedores en et condición, Benita Chavarría y en menos nivel Alejandra Barrios que ya iniciaba a organizar a seguidores y emprender una fenomenal en la “lucha” contra la delegación.
Señalemos que en las décadas de trabajo cotidiano Alejandra y con todos sus hijos han enfrentado la cárcel y sus dilemas que iniciaron con el PRI, recrudecidas a la llegada del PRD al poder con Cuauhtémoc Cárdenas, que, por su priismo obligado, Dolores Padierna creó dirigentes con la intención de acabar con los de tradición.
Alejandra resintió la guadaña de la prisión con la llegada de Padierna. Siguieron sus hijos. La entonces delegada intentó su desaparición comercial en el lugar. La suplieron sus hijos, que igual, fueron encarcelados. Sobrevivieron en el liderazgo.
A estas alturas, del trio inicial de lideresas, sólo persiste Alejandra y a su avanzada edad, aún dirige apoyada por sus hijas Diana y Silvia que, preparadas a nivel universitario tienen una encomiable representación. Entre tantas vicisitudes, Alejandra y sus hijos no se rindieron y hoy, están de pie.
Diana, dirige una poderosa organización Lésbico Gay con actividad en décadas y con resultados y trabajo constante que le ha reportado respeto gubernamental, además de una buena suma de adeptos por las avciones logradas en defensa del gremio de gran actividad.
Silvia, es diputada por la Ciudad de México y entre su futuro vislumbra gobernar la Alcaldía Cuauhtémoc con aceptables posibilidades e incluso, ella misma ha declarado que no hay obsesión y de no ser elegida por el tricolor, apoyará con todo a quien logre la candidatura en cuestión.
El espacio es corto, pero al menos intentamos dar a conocer, el cómo, desde la extrema pobreza, con pundonor y lucha en el sorteo de tanos escollos se puede triunfar y este ejemplo no puede ser más que reconocido. De las calles al poder y se espera mucho de ello.
La vida es una constate de batalla persistencia y se demuestra que desde la miseria se puede lograr el éxito en cualquiera de las manifestaciones. Todo consiste en no desmayar.
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