Blindaje al empleo: paquete arancelario busca proteger 350 mil plazas y reactivar la industria nacional
La prioridad del nuevo Paquete Arancelario del Gobierno de México no es fiscal ni comercial, sino laboral: cuidar 350 mil empleos que hoy sostienen a miles de familias en ramas estratégicas de la economía nacional. Así lo dejó claro la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo al presentar las medidas que entrarán en vigor el 1 de enero de 2026, como parte del Plan México para el desarrollo con justicia.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, las acciones están enfocadas en preservar puestos de trabajo en las industrias automotriz, siderúrgica, del calzado, textil y del vestido, sectores con alta generación de empleo y fuerte arraigo regional en estados como Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Querétaro.
La mandataria federal subrayó que el objetivo central es no perder empleos y, al mismo tiempo, crear nuevos, mediante una política industrial que fortalezca la producción nacional, incentive la inversión y evite impactos inflacionarios. “Se trata de importar menos, exportar más y proteger industrias donde México tiene experiencia y capacidad probada”, afirmó.
Ajustes arancelarios quirúrgicos para no afectar el consumo
El paquete no implica un cierre comercial ni medidas generalizadas. A solicitud directa de la industria nacional, se realizó la sustitución de 123 fracciones arancelarias, se mantuvieron 1,463 fracciones de bienes finales y se redujo en 28% el universo arancelario, al pasar a 974 fracciones, con especial cuidado en insumos intermedios para no elevar costos ni precios al consumidor.
Sheinbaum destacó que estas decisiones fueron diseñadas para evitar presiones inflacionarias, particularmente en alimentos y productos de uso cotidiano. “A muchos productos intermedios se les dejó el arancel previo; no se aumentó”, puntualizó durante la conferencia matutina.
Además de su impacto laboral, el gobierno estima que el paquete generará una recaudación anual cercana a los 30 mil millones de pesos, sin afectar relaciones comerciales con Asia u otras regiones con las que México no tiene tratados, ya que se mantiene el diálogo diplomático y económico a través de la Secretaría de Economía y la SRE.
Reequilibrar el comercio y fortalecer lo ‘Hecho en México’
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon, explicó que la medida responde a un desbalance comercial con Asia, región de la que México importa diez veces más de lo que exporta. Frente a ello, el Plan México plantea metas claras: incrementar 15% el contenido nacional en las cadenas productivas, sustituir importaciones, fortalecer el sello “Hecho en México” y elevar la inversión nacional hasta 25% del PIB en 2026 y 28% en 2030.
En términos laborales, la estrategia apunta a la generación de 1.5 millones de empleos bien remunerados en manufactura y servicios, así como a lograr que 50% de la proveeduría y el consumo nacional en sectores clave se produzcan en el país, con especial beneficio para las pequeñas y medianas empresas.
Los criterios técnicos incluyeron la selección de 17 sectores industriales estratégicos, la exclusión de países con tratados comerciales, la diversificación de proveedores para no depender de un solo origen y la garantía de múltiples opciones de importación cuando no exista producción nacional suficiente.
Respaldo empresarial al blindaje del empleo
Las medidas fueron ampliamente dialogadas y respaldadas por la industria nacional, entre ellas la CONCAMIN, IMEDAL, CANAINTEX, CANIPEC, CANACERO, CANAFEM, CANAINMA, CANAIVE, AMIA y ANTAD, lo que refuerza la narrativa de un acuerdo entre gobierno y sector productivo para proteger el empleo y fortalecer la planta industrial.
Polos de Desarrollo: empleo y crecimiento regional
El blindaje laboral se complementa con inversión productiva. La Secretaría de Economía anunció que en el primer trimestre de 2026 iniciarán obras de los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar (PODECOBI) en Durango, Hidalgo, Tlaxcala, Guanajuato, Michoacán y Puebla, con nueve polos adicionales previstos para el segundo trimestre.
Los proyectos contemplan inversiones millonarias en manufactura automotriz, farmacéutica, metalmecánica, alimentos y logística, con capital nacional e internacional, y se perfilan como nuevos motores de empleo formal y bien remunerado en las regiones.
Con este paquete de medidas, el Gobierno de México apuesta a que la protección de 350 mil empleos actuales sea el punto de partida, y no el límite, de una política industrial orientada a la justicia social, el crecimiento sostenido y la recuperación del papel de la industria nacional como columna vertebral de la economía.
