Alarma a restauranteros cierre a la baja en 2025
Con millonarias pérdidas, terminará el 2025 la industria restaurantera de Quintana Roo. Confianza en repuntar en el 2026.
Por Silvia Hernández Martínez
Con un balance negativo y la incertidumbre del próximo año, cerrará este 2025 la industria restaurantera de Quintana Roo, donde no solo han tenido pérdidas por consumos, sino también por cierres definitivos de cientos de negocios de este tipo que ha afectado considerablemente el desempleo y que provoca una caída del 17 por ciento en el sector y que igualmente será difícil recuperarse en 2026 ante diversas circunstancias como la inflación.
José Julio Villarreal Zapata, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Quintana Roo, informó que esta industria cerrará 2025 con caída de 17%, en relación al 2024 y más de 15 cierres definitivos, siendo éste, uno de los años más complicados de los últimos tiempos.
El líder empresarial afirmó que la caída del consumo afecta a todo el país y subrayó que esta situación no es exclusiva de Quintana Roo, sino que responde a un fenómeno nacional derivado de la pérdida del poder adquisitivo de la población, lo que ha impactado de manera directa el consumo en restaurantes. El dirigente empresarial señaló que, independientemente del comportamiento de diciembre —marcado por posadas y celebraciones de fin de año—, el resultado anual será desfavorable para el sector.

Desde la primera semana del mes registró ocupaciones de apenas 65% a 70%, muy por debajo de lo que tradicionalmente se espera en temporada alta. Aunque en la segunda semana hubo una ligera recuperación y algunos restaurantes alcanzaron entre 80% y 85% de operación, estas cifras no serán suficientes para compensar el desempeño del resto del año.
Urge recuperación o seguirá en “picada” la industria
A lo anterior se suma que muchos establecimientos no abren el 25 de diciembre ni el 1 de enero y una parte importante tampoco ofrece cenas especiales de Navidad o Año Nuevo. Las razones incluyen temas operativos, costos y la necesidad de otorgar descanso al personal. Esto limita el potencial económico de las fechas que normalmente impulsan la actividad del sector.
Y sentenció: Diciembre no logra revertir un año complicado y detalló que, aun con las cenas de Navidad y Año Nuevo, muchos restaurantes optan por cerrar operaciones para otorgar descanso a su personal. “Los que sí tienen eventos esperamos que logren buena ocupación y puedan iniciar 2026 con un poco más de holgura, aunque lo vemos complicado, porque aunque diciembre cierre con números positivos, el año cerrará con números rojos”, afirmó.

El presidente de Canirac advirtió que, si no mejoran las condiciones económicas y el entorno para la industria, 2026 podría comenzar con un panorama igualmente complejo para la restaurantería, uno de los sectores que más empleo genera en destinos turísticos como Cancún y el resto del estado.
Factores que llevaron a la crisis a los restauranteros
La crisis restaurantera en Quintana Roo es multifactorial, impulsada por la pérdida de poder adquisitivo local que reduce el gasto en restaurantes, el encarecimiento de alimentos y costos operativos, la alta competencia por la saturación de oferta turística (más hoteles, más restaurantes), y la dependencia del turismo, llevando a cierres y ajustes de negocios, aunque el sector espera repuntes con eventos y turismo en 2026.
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Economía y Poder Adquisitivo: La población local tiene menos dinero para gastar en ocio y restaurantes, priorizando gastos esenciales, lo que impacta directamente en la baja demanda.
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Costos Operativos Elevados: El aumento en el precio de los alimentos y otros insumos presiona los márgenes de ganancia de los restaurantes, dificultando su sostenibilidad.
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Saturación del Mercado y Competencia: El gran aumento en la oferta de cuartos de hotel (más del 30% en la Riviera Maya post-pandemia) genera una mayor competencia entre negocios de alimentos y bebidas, ya que la demanda turística no siempre crece al mismo ritmo.
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Vulnerabilidad al Turismo: Al depender en gran medida de la afluencia de visitantes, el sector es muy sensible a cualquier baja en el turismo o cambio en los patrones de gasto de los viajeros.
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Fenómeno Nacional: La crisis no es exclusiva de Quintana Roo; es un problema generalizado en México, donde la presión económica afecta a toda la industria restaurantera.

Todo esto llevó a los cierres definitivos de negocios, como reflejo del escenario adverso, el líder empresarial informó que durante 2025 se registraron más de 15 cierres definitivos de restaurantes en la entidad, superando el número de nuevas aperturas y aclaró: no se trató de negocios que redujeran su tamaño o cambiaran de ubicación, sino de establecimientos que cerraron de manera definitiva ante la imposibilidad de sostener su operación. El cierre de restaurantes afectó seriamente el desempleo, ya que la gente se quedó sin trabajo como son cocineros, chefs, hasta personal de limpieza, ya que tan solo un restaurante necesita de mucho personal, entonces no solo las empresas fueron afectadas sino la población en general.
Panorama incierto
El presidente de Canirac advirtió que, si no mejoran las condiciones económicas y el entorno para la industria, 2026 podría comenzar con un panorama igualmente complejo para la restaurantería, uno de los sectores que más empleo genera en destinos turísticos como Cancún y el resto del estado. La temporada navideña proyecta un incremento en el flujo de comensales que podría alcanzar el 90 por ciento de ocupación. Sin embargo, Villareal Zapata advirtió que esta mejora temporal no será suficiente para estabilizar las finanzas de los negocios locales. La crisis en el sector restaurantero se debe a que los empresarios arrastran varios meses con niveles de consumo extremadamente bajos. Por lo tanto, el aumento de clientes durante diciembre solo servirá para mitigar ligeramente las pérdidas acumuladas.
Ante la adversidad, los restauranteros del estado han decidido implementar medidas de ajuste en todos sus procesos operativos internos. El sector necesita ser sumamente creativo para mantener la calidad de sus platillos sin elevar excesivamente los precios al público. Los empresarios confían en que el año 2026 traiga mayor holgura financiera para garantizar la permanencia de miles de empleos directos. La resiliencia se convierte en la herramienta principal para sobrevivir a este entorno económico tan restrictivo.
La prioridad para el gremio durante los próximos meses será la supervivencia operativa y la contención de los costos fijos. José Julio Villareal Zapata subrayó que el panorama enfrentado a lo largo de este año fue uno de los más complicados recientemente. No obstante, el sector mantiene el compromiso de seguir ofreciendo productos de alta gastronomía a pesar de la rentabilidad reducida. La comunidad empresarial espera que las condiciones del mercado mejoren para retomar el crecimiento sostenido en el corto plazo.

Inflación y aumento de impuestos, son también dos fantasmas que rodean a la industria restaurantera que este año fue muy castigada en Quintana Roo.
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La pérdida de empleos: Un reporte de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) de noviembre de 2024 mencionó el cierre de al menos 300 empleos debido a dificultades económicas. Para este año, el desempleo crece en la industria restaurantera lo doble o tres veces por el cierre de comederos de diversas categorías. Estas pérdidas se debe a que a pesar del crecimiento en ciertas áreas, el sector restaurantero en general enfrentó un año crítico, con una caída en ingresos de entre 12% y 17% respecto a 2024, principalmente por la inflación, lo que afectó las ventas, la inversión y la capacidad operativa de muchos negocios. El repunte de diciembre no fue suficiente para revertir el balance anual negativo.
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Inflación y Entorno Económico: La inflación ha elevado significativamente los costos de los insumos y la operación de los restaurantes, lo que, combinado con un entorno económico complejo, mermará las ganancias y la viabilidad de muchos negocios.
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Altos Costos Operativos: Además de la inflación, los restauranteros enfrentan otros costos crecientes, como incrementos en salarios y obligaciones fiscales, así como gastos relacionados con permisos y administración.
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Dependencia del Turismo: Aunque el turismo sigue siendo un motor económico clave para la región, los cambios en los patrones de gasto de los turistas nacionales e internacionales impactan directamente al sector. La afluencia de turistas puede no siempre traducirse en un mayor consumo en restaurantes, especialmente si optan por opciones más económicas.
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Incertidumbre y Falta de Recuperación Inmediata: La persistente incertidumbre económica crea un horizonte complejo, y a pesar de los esfuerzos del sector y de la temporada alta de fin de año, el repunte no ha sido suficiente para revertir el balance anual negativo.
