Omar García Harfuch
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Alguna vez trabaje en la Secretaría de Gobernación, durante la administración del Maestro Enrique Olivares Santana, uno de los hombres más empoderados durante el sexenio de José López Portillo. Tuve la oportunidad de conocer a quienes ocupaban las subsecretarías de la dependencia, porque desde la Dirección General de Administración, donde trabajaba, se brindaba el apoyo a las oficinas superiores.
Recuerdo muy bien quienes eran los subsecretarios en ese entonces: Don Javier García Paniagua, Don Rodolfo González Guevara, y Don Fernando Gutiérrez Barrios, hombres muy estimados por el propio Presidente de la Republica, y que cumplieron brillantemente las encomiendas que les hacía tanto el Secretario de Gobernación como el Presidente de la Republica. Operadores eficientes en materia política, pero sobre todo, en materia de análisis gubernamental, y hombres de probada eficiencia.
Omar García Harfuch es un policía profesional y de alto rendimiento, como lo fuera su padre Don Javier García Paniagua. Cuando estuve trabajando en la administración de Enrique Olivares Santana, me tocaba desempeñar diversos encargos que se le hacían al Oficial Mayor, en ese entonces Tulio Hernández Gómez, quien después sería gobernador de Tlaxcala, y que hace menos de un año falleció.
Don Javier García Paniagua era un hombre de Estado, aunque siempre peleaba con sus subalternos porque los sacos le quedaban chicos por sus excesos con los alimentos. Fue un policía de alto rendimiento durante su carrera política, pero era un hombre al que le tenía mucha estima Don Enrique Olivares Santana porque siempre tenía la radiografía de todo lo que ocurría en todas las latitudes del país. De él dependía la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales.
Don Rodolfo González Guevara era un político de la cabeza a los pies, y siempre se bajaba en la puerta de la dependencia y saludaba de mano a los encargados de la limpieza, lo que le granjeó la estima de todos. Por su parte Don Fernando Gutiérrez Barrios era un caballero, también siempre se bajaba a la entrada de la dependencia, y caminaba a su oficina, y si se cruzaba con alguna Dama, se detenía, y bajaba la barbilla en señal de respeto.
Omar García Harfuch ha hecho públicas sus aspiraciones para encabezar el gobierno de la Ciudad de México, y si algo pudo aprender de su Padre, Don Javier García Paniagua, es esa disciplina para resolver cualquier problema que se presente, y asumirse como un hombre de Estado, siempre al servicio del país y por consecuencia de los mexicanos. Tiene con que y puede hacer un buen papel. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
