Ebrard, Tesla y Samuel
Triques
Por José García Sánchez
El anuncio de la instalación de una planta de Tesla en Monterrey, Nuevo León, utilizó instrumentos publicitarios desproporcionados, se anunció como un salto al primer mundo de la entidad. La propaganda que se hizo a sí mismo el gobernador de Movimiento Ciudadano, Samuel García, no sólo era egocéntrica y estridente sino falsa.
Los tiempos electorales exigían una difusión exagerada para que el resto del país atestiguara que el estado del desarrollo y el progreso era Nuevo León. Los regímenes anteriores le vendieron la plaza al narco y en el intento por recuperar su prestigio industrial, la entidad se redujo de ser un estado industrial a una entidad maquiladora. Y eso era un insulto para personajes como Samuel García, que se autodenomina ejemplo a seguir de los emprendedores y el más echado para adelante de todos los gobernadores de todo el mundo.
Al día siguiente de haber apalabrado el trato aparecieron en las principales calles y avenidas de Monterrey, espectaculares desde luego con el rostro, siempre sonriente de Samuel, anunciando el acuerdo como si en ese momento saliera el primer automóvil eléctrico.
De inmediato, la gente de Marcelo Ebrard, en momentos de plena efervescencia preelectoral, exigió crédito para el entonces secretario de Relaciones Exteriores, y afirmaban que el mérito era más de Marcelo que de Samuel. Ante tal reclamo éste agradeció a Marcelo, quien hizo un muy breve mutis, guiño que trascendió a los medios, como aceptando las glorias de la instalación de una empresa que todavía ni se registra en la Secretaría de Economía, pero sirvió para posicionar a Samuel y a Marcelo en los cuernos de la luna. El declive vendría después.
La planta de Tesla en Monterrey, será la más grande del mundo dedicada a la fabricación de automóviles eléctricos. Cuando ese cochecito aparezca terminado Tanto Samuel como Ebrard estarán en sitios muy distantes a los de ahora y no tan sublimes como ellos lo pensaron cuando colocaron en los medios su nombre junto al de la fábrica y fotos saludando a Elon Musk, dueño de la marca.
Se calcula una inversión de cinco mil millones de dólares, para producir más o menos un millón de vehículos eléctricos, al año. tanto para el consumo local como de exportación.
En el municipio de Pesquería, Nuevo León se construyó una armadora de la empresa Kia, de origen coreano, cuya extensión fue de 499 hectáreas, equivalentes a casi cinco millones de metros cuadrados. Pero tuvo el grave problema que primero llegaron los inversionistas que los servicios a los que comprometió el entonces gobernador Rodrigo Mediana, acusado de actos de corrupción por diferentes motivos.
Ante esta situación en Monterrey se ubicará en Nuevo León, pero las oficinas centrales de la fábrica estarán instalada en la Ciudad de México, donde la entonces jefa de gobierno ni siquiera tuvo tiempo de presumir frente a los reflectores, ni siquiera se distrajo el secretario de Desarrollo Económico, Fadalala Akabani, en capitalizar el hecho como un logro personal, partidista, o de la administración de la jefa de gobierno. La mesura, propia de los verdaderos funcionarios públicos imperó sobre el protagonismo vacuo y la autoalabanza.
Actualmente existe una armadora de Tesla, en Shanghái, China, con extensión de 85 hectáreas, inició su construcción en diciembre de 2018 y las primeras entregas de automóviles eléctricos ocurrió poco menos de un año después, a los 357 días.
Si se lleva el mismo ritmo de construcción en Nuevo León, y pensando que el día de mañana ya haya Tesla superado los requisitos que se le piden las autoridades mexicanas, la fábrica empezará a construirse en marzo de 2027, terminará su fase de pruebas en junio de 2025.
Samuel y Marcelo supieron aprovechar los tiempos políticos, pero la expectativa de los habitantes del estado, así como los cálculos de los medios financieros ahora exigen resultados cuando todavía ni siquiera se ha registrado la petición de instalación de la planta en Nuevo León. Es decir, no hay fecha de inicio de trámites, los cuales deben revisarse y validarse, antes de colocar la primera piedra. Nadie dice que es mentira sólo que la publicidad de Marcelo y Samuel fue exagerada como sucede con todo lo que hacen. Es decir, el escándalo fue mayor que los hechos que lo contienen. Mucho fosfo y pocas nueces.
Te puede interesar: Ebrard derrotado por sus seguidores