El PRI, cada vez más opaco
Arturo Ríos Ruiz
Fundado por Plutarco Elías Calles como Partido Nacional Revolucionario, PNR; refundado por Lázaro Cárdenas como Partido de la Revolución Mexicana, PRM y fue Manuel Ávila Camacho que lo dejó como Partido Revolucionario Institucional PRI.
El tricolor, gobernó de manera absolutista, durante 70 años. Hasta el año 2000, al iniciar el nuevo siglo con la derrota propinada por el panista Vicente Fox.
El Partido Revolucionario Institucional, afirmaban ellos, “Ha definido la historia contemporánea de México”, cuando se mantenía en el Gobierno desde su fundación en 1929 hasta el triunfo de Vicente Fox en el 2000.
El PAN, fue fundado por Manuel Gómez Morín el 16 de septiembre de 1939, diez años, es decir, hace 61 años y se y se mantuvo a medio tono durante en las elecciones subsecuentes hasta la llegada de guanajuatense.
Hubo otros partidos como el PARM, con afiliados militares, el PPS, de corte de Izquierda que no pintaban ante el electorado y sólo eran rellenos, de la simulada Democracia de aquellos tiempos.
Llegan los recuerdos que, en esos 70 años, los electores se acostumbraron a únicamente a peguntar ¿Quien el candidato del PRI? se les daba el nombre y comentaba, “pos, ése va a ser”.
Llegó el 2000 con la derrota del partido de los tres colores, con un desparpajado Fox, ocurrente, ignorante en política, garlado que arrancaba risas con sus desplantes y los abusos de su compañera de vida, “Doña Martita”, cómo él le decía y hoy ni se acuerda de ella, desde hace rato.
La dama se encariñó de los Pinos, y soñó pasar a la historia como la Eva Perón mexicana, pero se olvidó rápidamente de los pobres que creía defender y acabó “devorada” por una ambición con forma de bolsos de Chanel. Lo escribió, Eduard Ribas apoyado en el libro “La Jefa” de la periodista argentina Olga Wornat.
El PAN, continuó con Felipe Calderón y se conoce por filtros, que éste negoció con Enrique Peña Nieto, para sucederlo y que, el mexiquense hizo lo mismo con AMLO para salir airoso de la inmensa corrupción que ejerció en su mandato con su operador Luis Videgaray. Lo más visible, “La Estafa Maestra”.
¿A poco no se les hace raro, lectores, que muy campante vive en España y hasta la nacionalidad adquirió, por si las moscas, y que el actual mandatario de hecho, poco se ocupa de señalarlo? Es para pensar mal, aunque no se desee.
Y para culminar este espacio, el PRI, se vino abajo con todo vigor, gracias Peña Nieto que fue, el que le dio el tiro de gracia y hoy, es un remedo de lo que fue y sólo persiste de las alianzas para no desaparecer y parece que sus días se cuentan para expirar.
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