AMLO apoya a Beatriz
Arturo Ríos Ruiz
“¡Beatriz, aguanta, el pueblo se levanta!”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los dichos del dirigente del PRI, Alejandro Moreno, sobre Beatriz Paredes, aspirante a la candidatura presidencial en el Frente opositor. La noticia destacada en el Universal
La declaración del mandatario es la prueba más reluciente de que, la priista es parte de una jugada Morena, a la que presumiblemente se sumó, en el ocaso de su carrera en el tricolor afiliada desde siempre y hoy, alineada a sus convicciones de izquierda con el festín de aparecer como presidenciable, desechando la bandera del tricolor.
El líder del PRI, Alejandro Moreno, cuya personalidad es un vaivén, sin convicciones claras, se le fue encima y está decidido a bajarla de la postura; abiertamente se lo sugirió, pero ella se niega contundente, lo que trastoca las siglas del instituto político otrora dominante, en plena caída de la que ya no hay regreso.
Desde luego, aun así, decadente, el PRI, se rebajó a una comparsa y sus pocos votos, que no son los de antaño, engrosan las filas de sus alianzas que se requieren en calidad de arrimado.
De acuerdo a la tabla del INE, el otrora invencible instituto político cuenta con 2, millones 065 mil161, afiliados, de los cuales votan poco más de millón de hombres y, un millón y más de mujeres, el, sector femenino presente, en éste y todos los partidos.
En este espacio apuntamos la semana pasada que Beatriz, era una promoción de Morena al observar que los columnistas afines a esa causa, como Julio Hernández, conocido como Astillero, Federico Arreola, socio de SDP, que inicialmente las siglas indicaban, “Sendero del Peje”. Después el periodista y el hoy presidente se disgustaron.
Televisa compró el portal y se acordó que Federico continuaría como director, en calidad de empleado, o socio del mismo y por ahí la televisora maneja convenios en el área gubernamental. Álvaro Delgado, otra pluma Morena, se sumó a favor de Beatriz
“No tengo cola que me pisen ni he brincado a otro lado para purificarme”, proclama orgullosa la priista, la misma que pactó con Felipe Calderón el alza del IVA contra los mexicanos en 2010. Eso nos anuncia que es olvidadiza por no calificarla de mentirosa.
Es justo mencionar que, en su trayectoria de décadas, la señora, jamás ha sido tachable y ningún fantasma de corrupción la amenaza y eso aporta un detalle muy expresivo de su calidad.
Sin embargo, la estrategia de lanzarse en apariencia para ensombrecer a Xóchitl Gálvez, puede traducirse en que Beatriz, pasa de una parte a otra; esto es, ser tránsfuga política en sentido dilatado al cambiar, soterradamente de un partido a otro, independientemente de las causas.
Pues bien, esperemos en qué termina el affaire de Beatriz, que se muestra rebelde a su parido y todo indica que perderá la postulación.
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