Justicia de labios rojos
Los juristas entendidos proclamaban ataño que nuestros jueces y magistrados impartían justicia de manera transparente, en la actualidad hay grandes abogados que le han referido a la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, que en ésta Cuarta Transformación de la Nación, existen impartidores de justicia tan hábiles y capaces de hacer aparecer transparente lo obscuro con lo que imparten justicia, esos indignos resultan una amenaza constante para la propia justicia, la cuál deforman y con sus actos difaman. Ellos trabajan para impunizar delitos a cambio de prevendas o monedas.
Siempre es incómodo para el Foro Independiente de la República tropezar con esos malhechores del derecho que alardean de conocer la ley y sólo la pisotean, siguiendo muchas veces el ejemplo de ciertos gobernantes que fungían y fungen como autoridades en los Tres Poderes de la Unión (no son todos se aclara). Antigua es la queja de la abogacía nacional contra esos ministriles de justicia, quienes son los directamente responsables del descrédito en el que han caído las instituciones de procuración e impartición de justicia; ella es la opinión de los letrados pensantes, todos en la actualidad sabemos que los fundamentos de esas quejas no son nuevos, ni singulares.
La abogacía independiente de la República mantiene su firmeza contra los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, más mediocres, intrigantes e ignorantes, que con sus defectos y su desmedida sed de riqueza sólo sirven para prostituir a la justicia, convirtiendo a nuestros recintos sólo en casas de asignación que se venden al mejor postor.
Don José Vasconcelos, oaxaqueño de excepción y distinguido miembro de la élite política, en el ayer defendía mediante su elevado pensar que la justicia siempre debería de estar impulsada en una “reacción contra la corrupción y en un intento de hacer siempre respetable la interpretación de las leyes”.
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Pensemos en un momento en México y nuestra Constitución Política desde un punto de vista de probidad en la justicia. De repente, al cabo de unos pocos instantes nos percatamos que esos jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia (que los hay y son dos) transgreden la esencia y espíritu de nuestro artículo 17 Constitucional, el cuál señala que la justicia debe de ser gratuita.
Todos en México saben y lo saben muy bien que durante el neoliberalismo y en ésta Cuarta Transformación de la Nación se ha despreciado a la justicia, la cuál, por desgracia, aún sigue en duda ¿Cuántas promesas se han de necesitar para conseguir una justicia libre de corrupción?.
Andrés Manuel López Obrador no pudo con ese paquete al no poder cumplir su empeñada palabra.
Es cuanto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal del
Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..