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Una Semana no tan Santa

Una Semana no tan Santa

Crímenes, secuestros y riñas. El turismo en total desorden.

Arturo Ríos Ruiz

De acuerdo con cifras oficiales, abril comenzó con una jornada violenta de 80 homicidios diarios en esta Semana Santa o, Semana Mayor como muchos la nombran; además secuestros, riñas y barricas de alcohol, de acuerdo con información procesada por el gabinete de seguridad gubernamental.

Al inicio del recuerdo de los actos de Jesús Cristo, es el período con más movimiento turístico en el año. Y, frente a la violencia, las autoridades de los diferentes niveles de gobierno dijeron que trabajarían en conjunto y redoblarían esfuerzos para garantizar la seguridad de los turistas en zonas estratégicas.

Lo anterior es un cuento ancestral que en cada oportunidad expresan lo mismo y lo que ha pasado en esta ocasión tal como en años anteriores como lo consignan las estadísticas del ayer como las de hoy.

Respecto a los secuestros, desde el 4 de abril pasado, se reportó la desaparición, en San Luis Potosí, de un grupo de 23 supuestos turistas de Guanajuato. Tres días más tarde, las autoridades localizaron a un centenar de personas que permanecían retenidas por criminales.

En su tuit, Francisco Rivas director de Observatorio Nacional Ciudadano escribió: ¡Cuidado! Hay un modus operandi en el que lanzan piedras a los autos para que frenen y así robarlos o secuestrarlos”. Recomendó a los turistas no viajar de noche ni muy temprano, pero como sabemos, muchos no leyeron la advertencia.

Medios de los puntos turísticos han reportado riñas públicas en varios lugares de solaz y el viernes pasado se registró una batalla campal entre grupos antagónicos de adolescentes y menores de edad recluidos en el Centro de Internamiento y Atención Integral Juvenil de Zacatecas del municipio de Villanueva.

No obstante que el jueves y viernes santo, o sea, el 6 y 7 de abril, los ciudadanos no podrían adquirir bebidas alcohólicas, anunciaron las autoridades civiles y eclesiásticas, pero fue notorio el consumo desmesurado, ya que la gran parte de los turistas,de todos los niveles así festejan sus días de asueto en todo el país.

En estas fechas, las disposiciones gubernamentales consagradas en las leyes destinadas a controlar la conducta dictan reglas específicas para muchos eventos, entre otros, el consumo de alcohol que con frecuencia se ven mancilladas untando dinero a los supervisores y así todos destrozan las reglas.

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La Iglesia, recomienda en la Semana Mayor que, Las prácticas tradicionales en la Semana Santa sugieren que el quinto día no se puede consumir carne de cerdo ni de res y se debe guardar abstinencia, cancelan los juegos de azar, salir de fiesta o consumir bebidas alcohólicas.

En 2020, alrededor del 77,7% de la población mexicana se denominaba católica, lo cual representó cerca de 97,9 millones de mexicanos. Durante el mismo año, 10,2 millones de mexicanos, casi el 8,1% de la población, no profesaba religión alguna.

El dato, por la evidencia de que la mayor parte de mexicanos profesamos el catolicismo en 2020, alrededor del 77,7% de la población se denominaba católica, lo que, representó unos 97,9 millones de personas. Durante el mismo año, 10,2 millones, el 8,1% de la población total, no profesaba religión alguna.

La realidad ya es otra, la religión, la que sea, es la influencia moral para sus creyentes, pero es muy claro, que el desorden ha resultado más atractivo para todos.


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