El tianguis
¿Está de visita por esta Ciudad de México? No olvide visitar La Lagunilla y sus mercados
Por Fernando Aguilar
En esta temporada vacacional de La Semana Mayor, los centros turísticos de playa están abarrotados, Por lo que algunas familias prefieren viajar a La Ciudad de México para caminar por sus calles, visitar sus museos o centros de esparcimiento y distracción como la zona chinamapera de Xochimilco o el zoológico de Chapultepec; lo mismo algunas familias que prefirieron quedarse a disfrutar su ciudad.
O tal vez prefiera conocer alguno de los barrios más tradicionales de esta metrópoli, como es la zona de la Lagunilla, que evoca a aquella película interpretada por la inmortal Lucha Villa y un gran elenco de actores.
Si, vaya, recorra sus mercados. Diviértase un rato simplemente al escuchar el doble sentido de los vendedores. Le contaré que aquí se va a encontrar desde el más optimista comerciante que dice que las ventas van, “no psss, pa qué me quejo, hay más o menos”, hasta el que dice “esta cosa está de la chingada, carnal y no hay pa donde hacerse”.
Y se va a encontrar a los optimistas comerciantes que le dirán. Si de comidas , “chacharas”, ropa y trajes típicos se trata, no busque más, en los mercados de La Lagunilla, enclavados en el mero centro de la capital del país los encontrará. Hasta aquí llegan turistas nacionales y extranjeros en busca de ropa barata o simplemente como recuerdo de México.
Y vea si no.
Los cuatro mercados, que más tarde serían tradicionales del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, fueron inaugurados el 14 de octubre de 1957 por el entonces presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines, ante la necesidad de integrar a los comerciantes de esa zona.
De esta manera se construyeron, el mercado Zona 1 exclusivamente para venta de telas y ropa; el mercado Zona 2 con su exclusividad en artículos o de las llamadas “chacharas; y la zona 4 o de San Camilito, mejor conocido como Garibaldi, donde usted encontrará los platillos típicos como el pozole, la pancita o menudo, la birria o si prefiere mariscos en sus diferentes presentaciones acompañado de una copa de tequila o de pulque, bebidas muy mexicanas, además de la buena música vernácula entonada por los mariachis.
Según los encargados de la administración del mercado de telas y ropas, La Lagunilla cuenta con mil 28 locales y 15 accesorias, donde los comerciantes exponen desde las llamadas prendas intimas para hombre y mujer, hasta trajes perfectamente bien confeccionadas por los mejores modistas para ocasiones especiales como primera comunión, 15 años y bodas.
En el de las “chacharitas” usted puede encontrar desde un simple tornillo o clavo hasta utensilios para albañilería, artículos eléctricos, zapatos y ropa usada.
Si se adentra al mercado de la Zona 2 encontrará productos cárnicos, cremerías, frutas, legumbres y pescado; pero aquí el giro predominante es el de las frutas y verduras, traídos desde la Central de Abasto.
O si prefiere darse una vuelta por la zona de San Camilito, caminará por sus calles acompañado por las canciones de los mariachis y degustar unos exquisitos tacos de carne res o cerdo, carnitas al estilo Michoacán, de buche, de nana, de longaniza o de lo que usted prefiera.
Aunque hay que advertir al paseante andarse con cuidado con los amigos de lo ajeno que por esa zona, desgraciadamente abundan; aunque es verdad que los mismo comerciantes han tratado de organizarse para proteger a los visitantes que llegan estos lugares en busca de un buen ambiente, siempre hay que tener cuidado.
Por todo lo anterior, la Lagunilla sigue siendo uno de los mercados tradicionales por excelencia en esta Ciudad de México, pues a pesar de todo la afluencia de turistas nacionales y extranjeros sigue siendo importan te.