El futuro que nos espera
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas existen muchas formas de cometer crímenes, porque el catálogo se amplía cada vez que un malhechor de los que ahora tenemos como gobernantes, ya que siguen destruyendo a este país, y habrá que señalar que el principal líder de los hechos es Andrés Manuel López Obrador, quien hasta ahora cuenta con carta abierta para hacer lo que le venga en gana con ese Mexico que durante más de dos siglos hemos venido construyendo después de habérselo arrebatado a los españoles.
Para decirlo más claro, su afán de controlar a todos los instrumentos del Estado Mexicano es propio de los populistas que pululan por todo el hemisferio, con excepción de Costa Rica, que por fortuna sigue siendo un país demócrata. El catálogo de la destrucción no es menor, porque hasta ahora el régimen encabezado por Lopez Obrador tiene ya el control de todas las entidades federativas, y eso quiere decir que los mexicanos estamos a punto de convertirnos en una dictadura comunista a menos que reaccionemos y salgamos a las calles a defender nuestra soberanía.
No es un asunto menor lo que está ocurriendo, porque a lo largo y ancho de toda su magnitud observamos la forma en que están erosionando la libertad y soberanía de las entidades federativas. De lo que se trata es de ejercer el control de manera única desde Palacio Nacional, porque de eso se trata, de que tanto gobernadores como los Presidentes municipales respondan a un solo mando que no es otra cosa que el Poder Presidencial cueste lo que cueste. Y si el camino que se tiene que seguir debe ser llenado de muertos, podemos tener la seguridad de que Andrés Manuel López Obrador lo realizara.
Lo voy a decir con todas sus letras, si los mexicanos hubiéramos reaccionado a tiempo, quizá podríamos haber detenido esta tiranía que por desgracia apenas comienza, y que quizá se convierta en una de las más feroces del Continente, porque al inquilino de Palacio Nacional no le importan los muertos, y eso lo hemos vivido en meses anteriores. Para decirlo más claro, a Andrés Manuel López Obrador nunca le ha interesado la pérdida de vidas humanas, porque el mismo tuvo las manos manchadas de sangre desde que en su juventud a causa de uno de sus constantes enojos, provocó la muerte de uno de sus hermanos a causa de un balazo, y quien levaba por nombre José Ramón.
Andrés Manuel López Obrador ha cometido infinidad de crímenes durante su vida pública, y poco le importaron esas vidas porque siempre ha dicho que ““el fin justifica los medios”, por esa ambición de alcanzar el poder. Ahora que lo detenta ha visualizado que puede quedarse el tiempo que le venga en gana porque tiene el control total no de tan solo el gobierno, sino de la infinidad de entidades paraestatales, y el cobijo de las hordas que lo han acompañado durante muchos años obedeciendo ciegamente sus instrucciones para detentar plenamente el poder.
Como dicen por ahí, cada pueblo tiene lo que se merece, y los mexicanos estaremos a su Merced el tiempo que él quiera permanecer en el poder. Las oposiciones no existen, y baste ver el comportamiento de Alejandro Moreno, dirigente del tricolor, quien casi se ha inclinado a besarle la mano al tirano en que se ha convertido el tabasqueño. Pobre país, pobres mexicanos que no han entendido lo que nos espera en los siguientes años sojuzgados por una dictadura, porque si de algo podemos tener la seguridad, que ampliará su mandato y se convertirá en el más feroz de los dictadores del hemisferio. Pobre Mexico, pobres mexicanos. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.