El CNAR, semillero silencioso del alto rendimiento mexicano rumbo al próximo ciclo olímpico
Más allá de ser un complejo deportivo, el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR) se ha consolidado, a lo largo de casi 20 años, como una pieza estratégica en la política deportiva nacional. Bajo la tutela de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), este espacio ha funcionado como un auténtico semillero de campeones, donde se forjan trayectorias que han llevado el nombre de México a podios internacionales.
El CNAR no solo concentra infraestructura de primer nivel; concentra historias. Atletas de distintas disciplinas y de prácticamente todos los rincones del país llegan a este recinto con un objetivo común: profesionalizar su talento en condiciones de equidad, con acompañamiento técnico y científico que les permita competir al más alto nivel. Para muchos, ingresar al CNAR representa el punto de quiebre entre el deporte amateur y el alto rendimiento.
Un modelo de selección exigente
El acceso al CNAR está reservado para deportistas que demuestran un alto grado de compromiso y desempeño. Entre los principales requisitos se encuentra ser atleta de alto rendimiento y seleccionado nacional, condición que debe ser avalada por las federaciones deportivas reconocidas y registradas en el Registro Único del Deporte (RUD). No obstante, el sistema también abre la puerta a solicitudes independientes por parte de atletas y entrenadores, las cuales son evaluadas por el área de Calidad para el Deporte de la CONADE.
El proceso de ingreso incluye una revisión integral que abarca criterios técnicos, deportivos, educativos y administrativos. Además, los aspirantes deben aprobar evaluaciones de rendimiento físico, exámenes médicos y psicológicos, así como pruebas de conocimientos generales, ajustadas a su edad y nivel escolar. Este filtro busca garantizar no solo el potencial competitivo, sino el desarrollo integral del deportista.
El CNAR, semillero silencioso del alto rendimiento mexicano rumbo al próximo ciclo olímpico
Formación integral, dentro y fuera de la pista
Una vez dentro, los atletas pueden optar por dos modalidades: usuarios internos, quienes viven en las instalaciones del CNAR, o externos, que acuden únicamente a entrenar. En ambos casos, el modelo de atención está diseñado para brindar servicios integrales de tiempo completo, combinando entrenamiento especializado con seguimiento médico, psicológico, nutricional y académico.
La misión del CNAR es clara: ofrecer infraestructura especializada y recursos humanos de alto nivel técnico, científico, tecnológico y pedagógico que permitan a los deportistas alcanzar su máximo potencial. Este enfoque integral ha convertido al centro en un referente nacional e internacional, capaz de preparar a los atletas para enfrentar la exigencia de competencias continentales, mundiales y olímpicas.
Un legado que sigue creciendo
A lo largo de su historia, el CNAR ha sido hogar de miles de deportistas y sede de eventos de gran relevancia. Ha presenciado triunfos históricos, pero también procesos de formación que, aunque menos visibles, son fundamentales para la continuidad del deporte mexicano. Hoy, de cara a un nuevo ciclo olímpico, el centro mantiene su papel como columna vertebral del alto rendimiento en México.
Lejos de los reflectores, en sus canchas, pistas y gimnasios se siguen escribiendo historias de disciplina, sacrificio y esperanza. El CNAR no solo forma atletas; construye proyectos de vida que aspiran a convertir el talento mexicano en resultados de talla mundial.
