Jim Carrey reveló datos de su papel del Grinch y su peculiar entrenamiento
La Chispa te cuenta que Jim Carrey reveló datos de su papel del Grinch, dejando al descubierto la intensa experiencia que vivió durante el rodaje de la icónica película navideña dirigida por Ron Howard en 2000. La Navidad y la cultura pop moderna tienen un lugar especial para El Grinch, pero detrás de cámaras, Carrey enfrentó situaciones extremas que casi lo hacen abandonar el proyecto.
Un ícono navideño marcado por el sufrimiento
El Grinch, basado en el clásico de Dr. Seuss, es hoy un imprescindible de la Navidad familiar. Aunque recaudó más de USD 345 millones, el camino hacia la interpretación de Carrey estuvo lleno de desafíos físicos y mentales. Jim Carrey reveló datos de su papel del Grinch en entrevistas, describiendo los efectos del maquillaje y los prostéticos como “claustrofobia insoportable”.
El productor Brian Grazer recordó que la tensión era tal que perder a Carrey significaba comprometer la continuidad de la película. Audrey Geisel, viuda de Dr. Seuss, exigía la participación del actor, lo que llevó a la producción a buscar soluciones extremas.
Entrenamiento extremo: la CIA en Hollywood
Para soportar el exigente maquillaje verde, Carrey recibió entrenamiento de un especialista de la CIA, un hecho poco conocido por el público. Grazer explicó que recurrieron a este método para que el actor pudiera resistir psicológicamente los duros procesos de caracterización. Carrey detalló: “Trajeron a un tipo que entrenaba operativos de la CIA para soportar torturas. Así es como lo superé”.
Durante un fin de semana intensivo, aprendió técnicas de control mental, distracción ante el dolor y métodos para dominar el pánico. Este singular entrenamiento fue clave para que pudiera terminar la filmación.
Supervivencia emocional con música
Además del entrenamiento, Carrey encontró apoyo en la música de los Bee Gees, que lo ayudaba a sobrellevar las largas sesiones de maquillaje. “Ponía los Bee Gees todo el tiempo porque necesitaba una distracción y su ritmo era lo único que me mantenía a flote”, confesó el actor. Esta combinación de disciplina extrema y música permitió que El Grinch se convirtiera en el clásico que conocemos.
