Papa León XIV advierte sobre prácticas indebidas de inteligencia y llama a fijar límites éticos en la era digital
En un mensaje inusualmente firme dirigido a una delegación de los servicios secretos italianos, el papa León XIV alertó este viernes sobre el uso indebido de información confidencial y la creciente presión que enfrentan instituciones, incluidos gobiernos, medios y la propia Iglesia, ante prácticas de inteligencia que—según dijo—“actúan con malos fines coartando su libertad”.
El pontífice, de nacionalidad estadounidense y peruana, denunció que en diversos países la Iglesia ha sido víctima de operaciones de espionaje con intenciones políticas o de control social, lo que consideró una amenaza directa a la independencia y credibilidad de las instituciones religiosas. “La información confidencial no puede convertirse en un instrumento para intimidar, manipular, chantajear o desacreditar”, subrayó al advertir sobre los riesgos de utilizar datos sensibles para influir o presionar a políticos, periodistas u otros actores civiles.
Tecnologías avanzadas: oportunidades y amenazas
Durante su encuentro con los responsables de inteligencia italianos, León XIV insistió en la necesidad de reforzar la ética en un entorno tecnológico en evolución constante. La proliferación de herramientas de vigilancia digital, inteligencia artificial y bases de datos masivas, afirmó, ha ampliado las capacidades de monitoreo, pero también ha multiplicado los riesgos de abuso.
“La llegada de tecnologías nuevas y cada vez más avanzadas nos ofrece mayores oportunidades, pero al mismo tiempo nos expone a peligros constantes”, señaló. Entre estos peligros mencionó la difusión de noticias falsas, la invasión indebida de la vida privada, la manipulación de personas vulnerables y la normalización del chantaje como forma de presión.
Para el Papa, la velocidad con la que circula la información exige “vigilancia crítica” de quienes trabajan en ámbitos estratégicos, donde una decisión precipitada o el uso desproporcionado de datos personales puede afectar la estabilidad social o los derechos humanos.
Seguridad sí, pero con respeto a la dignidad humana
León XIV reconoció que los servicios de inteligencia operan con frecuencia en escenarios complejos en los que está en juego el bien común, pero recordó que ninguna circunstancia justifica ignorar la dignidad y los derechos fundamentales de las personas. “En momentos difíciles, cuando el bien común parece más necesario que todo lo demás, corremos el riesgo de olvidar este requisito ético”, advirtió.
Pidió establecer límites precisos para las actividades de seguridad, con base en el respeto a la vida privada y familiar, la libertad de conciencia, el derecho a la información y el acceso a un juicio justo. En su opinión, solo un equilibrio riguroso entre seguridad y libertades puede sostener una democracia sana.
Un llamado a la responsabilidad y al juicio equilibrado
Antes de concluir, el Papa alentó a los agentes de inteligencia a ejercer su labor con discernimiento y una “alta moralidad”, consciente de que las tentaciones inherentes a esa profesión pueden llevar a decisiones que vulneren derechos o distorsionen la verdad.
“Es necesario permanecer alertas”, dijo, y mantener siempre como referencia el bien común. Los animó a evaluar con prudencia cada situación, especialmente en un mundo donde la información fluye sin descanso y donde una filtración, un análisis mal contextualizado o un uso indebido de datos puede tener consecuencias irreparables.
Con este mensaje, León XIV suma una nueva intervención en la que enfatiza los desafíos éticos y humanos de la seguridad en la era digital, un tema que considera central para la convivencia global y para la defensa de las libertades fundamentales.
