Sheinbaum perfila una “nueva etapa” en la FGR y coloca el énfasis en la reconstrucción institucional
La renuncia de Alejandro Gertz Manero a la Fiscalía General de la República (FGR) no solo marca el fin de un periodo, sino el inicio de una reconfiguración más amplia al interior del sistema de procuración de justicia. Así lo planteó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien en su conferencia matutina describió el relevo como parte de un acuerdo político-administrativo orientado a fortalecer la coordinación entre instituciones, sin comprometer la autonomía del Ministerio Público federal.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum evitó profundizar en lecturas alternas sobre la salida del exfiscal —quien aceptó ocupar una representación diplomática en el extranjero— y prefirió centrar su mensaje en la oportunidad que se abre para mejorar los resultados en materia de seguridad y justicia. “Se cierra un ciclo y se abre uno nuevo”, reiteró, al subrayar que la decisión fue consensuada y que no existió ningún desacuerdo de fondo.
Aunque el gobierno federal no ha dado a conocer aún el país al que será enviado Gertz Manero, la Presidenta adelantó que el proceso de aceptación diplomática está en curso y que se informará una vez concluido. Ante cuestionamientos sobre las razones de la salida, Sheinbaum refutó versiones de tensión interna y pidió enfocarse en la “transición institucional” más que en interpretaciones personales.
Enfoque en coordinación y resultados
La mandataria recordó que, desde la campaña presidencial, planteó la necesidad de consolidar una relación de mayor sincronía entre las autoridades federales y la Fiscalía, un modelo que —dijo— ya demostró eficacia durante su administración en la Ciudad de México, donde trabajó de manera cercana con la entonces fiscal Ernestina Godoy.
“Lo más importante son los resultados”, sostuvo. Bajo esa premisa, confió en que la FGR pueda lograr una mayor identificación ciudadana, mejorar sus tiempos de respuesta y avanzar hacia un esquema en el que la justicia sea “realmente igual para todos”.
Sheinbaum perfila una “nueva etapa” en la FGR y coloca el énfasis en la reconstrucción institucional
Ernestina Godoy, pieza clave mientras el Senado decide
Con la salida de Gertz Manero, Ernestina Godoy asumió el control interino de la institución. Sheinbaum refrendó su respaldo a la exfiscal capitalina, pero dejó claro que la decisión final recae en el Senado de la República, encargado constitucionalmente de nombrar a la persona titular de la FGR.
Mientras tanto, la Presidenta aprovechó para subrayar que la transición debe ir acompañada de cambios internos profundos. “La nueva etapa implica una transformación para fortalecer la procuración de justicia y la confianza ciudadana”, señaló, delineando así los ejes que buscará impulsar en la reconfiguración del organismo.
Un relevo que redefine el rumbo
La salida de Gertz Manero ocurre en un contexto nacional marcado por el reto de reducir la impunidad y mejorar el desempeño de las instituciones encargadas de investigar delitos. En este escenario, Sheinbaum apuesta por una FGR más articulada con el Ejecutivo y con los gobiernos estatales, pero que mantenga su independencia formal.
El mensaje de la Presidenta, lejos de centrarse en el pasado del exfiscal, puso énfasis en el futuro inmediato: una etapa que deberá demostrar, en hechos, que la procuración de justicia puede renovarse sin sacrificar autonomía y con el objetivo de responder a una demanda social persistente: resultados tangibles.
