Jornada histórica del “Mosaico Nacional por La Paz y contra las Adicciones”
Juventudes mexicanas convierten aulas y comunidades en espacios de unión: una jornada histórica del “Mosaico Nacional por La Paz y contra las Adicciones”
En una movilización sin precedentes, jóvenes de los 32 estados del país transformaron simultáneamente sus escuelas, plazas y espacios comunitarios en centros creativos de convivencia y construcción de paz durante el “Mosaico Nacional por La Paz y contra las Adicciones”. La iniciativa reunió a cerca de un millón de participantes, quienes aportaron su talento y energía para enviar un mensaje contundente: la paz se edifica desde lo colectivo, desde cada territorio y desde cada voz juvenil que apuesta por un futuro libre de adicciones.
A diferencia de otras jornadas de carácter preventivo, esta actividad destacó por su profunda apropiación comunitaria. Más que una simple coordinación nacional, el mosaico se convirtió en un ejercicio identitario donde cada grupo escolar diseñó una pieza única—una letra o una paloma—que, al unirse digitalmente, integró la frase “Por La Paz y Contra las Adicciones”. El acto simbólico subrayó que el cambio cultural comienza desde las bases escolares y continúa su expansión a través de redes familiares y sociales.
La jornada se enmarcó en la Estrategia por La Paz y contra las Adicciones impulsada por el Gobierno de México bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Más allá de promover la prevención, esta estrategia busca consolidar entornos que brinden oportunidades reales para las juventudes, fortaleciendo valores como el respeto, la solidaridad y la participación comunitaria.
Michoacán, ejemplo de articulación territorial
Uno de los estados que destacó por su organización fue Michoacán, donde estudiantes de los 113 municipios participaron para crear el mensaje “Plan Michoacán”. Desde pequeñas localidades rurales hasta zonas urbanas, los jóvenes trabajaron en conjunto para formar un mosaico estatal de alto impacto visual, símbolo del compromiso de la entidad con la construcción de espacios seguros y libres de violencia.
La coordinación entre planteles fue acompañada por la Secretaría de Educación Pública, encabezada por Mario Delgado, así como por las autoridades educativas estatales, que facilitaron materiales, logística y difusión.
Juventud como protagonista del cambio
Durante la jornada, el director del Instituto Mexicano de la Juventud, Abraham Carro Toledo, destacó que esta movilización demuestra la fuerza transformadora de las juventudes: “Cuando las y los jóvenes se unen, cambian realidades. Son agentes esenciales para construir una cultura que aleje a nuestras comunidades de la violencia y de las adicciones”.
La dimensión de la iniciativa no se quedó únicamente en el terreno físico. A las 12:00 p.m. se realizó una activación digital simultánea a través del hashtag #MosaicoPorLaPaz, donde miles de jóvenes compartieron fotografías, videos y mensajes que reflejaron la diversidad cultural del país y reforzaron el impacto del mensaje nacional.
Una tarea diaria construida desde lo común
El Mosaico Nacional evidenció que la paz no es un concepto abstracto ni lejano: se teje día a día desde la participación colectiva. En cada escuela, en cada comunidad y en cada imagen compartida, las juventudes reafirmaron que la prevención y el bienestar son esfuerzos que se fortalecen cuando se hacen en conjunto.
Con actividades como ésta, la estrategia nacional por La Paz y contra las Adicciones avanza en su objetivo de formar generaciones con más oportunidades, mayor conciencia social y un compromiso sólido con un México más seguro, unido y lleno de futuro.
