¿Flores del prehistórico? Un caso insólito acaba de ocurrir en Inglaterra
La Chispa trae noticias sorprendentes del mundo y hoy revela un hecho insólito: ¿Flores del prehistórico? Un caso insólito en Inglaterra que ha capturado la atención de botánicos y aficionados por igual. Pamela y Alistair Thompson, una pareja jubilada de Worcestershire, jamás imaginaron que su pequeño pino Wollemi, un árbol prehistórico considerado extinto durante millones de años, produciría semillas por primera vez. Lo que comenzó como una simple curiosidad se convirtió en un verdadero tesoro para la conservación y un proyecto con propósito.
Un sobreviviente prehistórico que floreció en un jardín familiar
En 2010, los Thompson adquirieron un plantón de pino Wollemi gracias a un amigo que lo consiguió en un canal de compras. Lo curioso es que este árbol, conocido como el “árbol de los dinosaurios”, fue redescubierto en 1994 en un remoto cañón australiano, y es una de las especies más antiguas y raras del planeta.
Crecimiento y adaptación extraordinaria
Plantado en su jardín de Wichenford, el pino Wollemi creció más de cuatro metros en más de una década. Sin señales de reproducción durante años, todo cambió esta primavera: Pamela encontró los primeros conos femeninos. Al tocarlos, las semillas prehistóricas cayeron por primera vez en sus manos, marcando un momento histórico. Este hecho demuestra la capacidad de adaptación de la especie fuera de su hábitat original y la importancia de cultivar árboles raros en jardines domésticos.
Semillas valiosas que impulsan conservación y solidaridad
La primera producción de semillas fue sorprendentemente generosa: cinco conos con alrededor de 100 semillas cada uno. Cada semilla puede alcanzar un valor notable en mercados especializados, pero los Thompson priorizan la conservación y causas benéficas. Su plan es vender paquetes de cinco o seis semillas por siete dólares, permitiendo que más personas participen en la preservación de esta especie prehistórica.
Una oportunidad para conectar con la historia natural
Aunque todavía no saben cuántas semillas germinarán, cada árbol que crezca será un aporte directo a la preservación de una especie en peligro crítico. Lo que comenzó como una compra casual ahora conecta a más personas con un testimonio vivo de la historia natural del planeta. La experiencia de los Thompson demuestra que la conservación puede empezar en casa y que cada acción cuenta para proteger especies ancestrales.
