Un reloj histórico del Titanic alcanza un precio sin precedentes
Más de cien años después del desastre del Titanic, uno de los objetos más representativos del legendario transatlántico volvió a captar la atención mundial: el reloj de bolsillo de oro de Isidor Straus, destacado empresario y copropietario de Macy’s. La pieza alcanzó 1,78 millones de libras esterlinas (unos 2 millones de euros) en una subasta, convirtiéndose en el artículo más valioso jamás vendido relacionado con la tragedia de 1912.
Un objeto recuperado entre los restos del naufragio
Fabricado en oro de 18 quilates, el reloj fue encontrado en el cuerpo de Straus tras el hundimiento, ocurrido la noche del 14 de abril de 1912. Posteriormente, fue entregado a su hijo Jesse y desde entonces permaneció en la familia durante más de un siglo. Su reciente llegada a la prestigiosa casa de subastas Henry Aldridge & Son, en Devizes, Inglaterra—considerada referente mundial en memorabilia del Titanic—marcó el inicio de su histórica venta.
Un recuerdo familiar lleno de significado
El reloj lleva grabadas las iniciales de Isidor y la fecha 6 de febrero de 1888, día de su 43.º cumpleaños. Ese año también simbolizó un hito profesional para él y su hermano Nathan, al convertirse en socios plenos de los célebres grandes almacenes Macy’s en Nueva York.
La casa de subastas describió la pieza como “uno de los objetos más importantes e icónicos del Titanic jamás presentados”, una valoración reflejada en el récord obtenido, que incluso superó la venta de otro reloj de oro subastado en 2024 por 1,7 millones de euros.
La historia de amor perdurable de los Straus
A diferencia de Isidor, el cuerpo de Ida Straus, su esposa, nunca fue hallado tras el naufragio. La pareja es recordada por negarse a separarse durante la evacuación del barco, gesto que selló una de las historias de amor más conmovedoras asociadas al Titanic.
Según Andrew Aldridge, dueño de la casa de subastas, “Los Straus representan la historia de amor definitiva del Titanic, y este precio récord mundial demuestra el respeto y el interés perdurable por su legado”.
Testimonios del viaje: lujo y tensiones en altamar
Entre los recuerdos conservados por la familia también figura una carta escrita por Ida Straus, donde describe la majestuosidad del recién inaugurado transatlántico:
“¡Qué barco! Tan enorme y magníficamente equipado. Nuestras habitaciones están amuebladas con el mejor gusto y el mayor lujo”.
En la misma misiva menciona el incidente con el SS New York, cuando el Titanic estuvo a punto de chocar al partir de Southampton. El documento, matasellado “TransAtlantic 7”, fue retirado del barco en Queenstown (actual Cobh), Irlanda, y posteriormente enmarcado en una oficina de Macy’s.
Un legado que sigue inspirando
Más de 112 años después del naufragio, el reloj de Isidor Straus no solo establece un nuevo récord de venta, sino que vuelve a poner en el centro una historia humana de amor, lealtad y tragedia. Desde el Reino Unido hasta Nueva York, la memoria de los Straus continúa cautivando al mundo y recordando la dimensión humana detrás de la noche más trágica en la historia de la navegación moderna.
