Sheinbaum reivindica la Revolución Mexicana en medio de tensiones con oposición y movilizaciones juveniles
Con un mensaje cargado de memoria histórica y referencias directas al clima político actual, la presidenta Claudia Sheinbaum encabezó este jueves en la Plaza de la Constitución la ceremonia por el 115 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, un acto que, más allá del carácter conmemorativo, se convirtió en un posicionamiento frente a las crecientes tensiones con sectores opositores y las réplicas del movimiento juvenil conocido como #GeneraciónZ.
En su discurso, la mandataria evocó el periodo autoritario del porfiriato para subrayar la importancia de preservar la libertad de expresión y las conquistas democráticas alcanzadas durante los últimos años. Aseguró que, antes de la llegada de la Cuarta Transformación, el país se encontraba marcado por decisiones tomadas “en beneficio de unos cuantos”, mientras que hoy —dijo— existe un gobierno que escucha, respeta y gobierna para todos.
Respuesta indirecta a la oposición y al movimiento juvenil
Aunque evitó mencionar nombres, Sheinbaum dirigió varios mensajes a los sectores que han acompañado o impulsado la movilización de la #GeneraciónZ, cuyas marchas recientes han congregado tanto a jóvenes inconformes como a figuras opositoras.
“La transformación no tiene vuelta atrás”, sostuvo ante miles de asistentes en el Zócalo capitalino. Agregó que quienes creen que el pueblo puede ser manipulado “se equivocan”, y afirmó que México vive una libertad plena de expresión, sin imposiciones y con el pueblo como eje de las decisiones públicas.
La presidenta acusó nuevamente campañas de desprestigio y “calumnias”, asegurando que estas provienen de quienes buscan que México “se someta a gobiernos extranjeros” o pretenden restaurar viejas prácticas de privilegios. “Las calumnias y mentiras no nos hacen mella”, subrayó.
Sheinbaum reivindica la Revolución Mexicana en medio de tensiones con oposición y movilizaciones juveniles
El mensaje central: justicia, paz y soberanía
Enfatizando su visión de gobierno, Sheinbaum reiteró que la paz no puede construirse sin justicia, y que no tendrán eco las voces que normalizan la violencia o que buscan reinstalar un modelo excluyente. “El que convoca al odio se equivoca, el que cree que la fuerza sustituye a la justicia se equivoca”, recalcó.
También defendió la soberanía nacional frente a declaraciones de personajes opositores que han pedido públicamente al gobierno de Estados Unidos intervenir para combatir a los cárteles. Sin mencionarlos, advirtió que “de quienes piden la intervención de otro país, no se puede esperar nada bueno”.
Aseguró que su administración se mantendrá firme en la lucha contra la impunidad y en la construcción de un México sin racismo, sin discriminación y sin justicia selectiva. “La autoridad moral no se compra ni con todo el dinero del mundo”, añadió.
Un Zócalo con las tres fuerzas del Estado… y gestos que llamaron la atención
La ceremonia reunió a representantes de los tres poderes de la Unión, lo cual reforzó el carácter institucional del evento. Entre los asistentes estuvieron:
- Hugo Aguilar, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
- Laura Itzel Castillo, presidenta del Senado.
- Kenia López Rabadán, presidenta de la Cámara de Diputados.
La presencia de López Rabadán, una de las figuras más visibles de la oposición legislativa, no pasó desapercibida. Testigos señalaron que mostró un gesto adusto durante los pasajes del discurso en los que Sheinbaum criticó a quienes “calumnian” o a quienes respaldan movimientos que, dijo, buscan restar legitimidad al proyecto transformador. La diputada, por su parte, ha ofrecido abrir las puertas del Palacio Legislativo a integrantes de la #GeneraciónZ para escuchar sus propuestas.
Revolución Mexicana: vigencia y disputa por su significado
En la recta final de su intervención, la presidenta afirmó que el pueblo mexicano está “más fuerte que nunca” y que defiende la soberanía, la democracia y la justicia. Recordó que los ideales revolucionarios —libertad, igualdad y justicia social— siguen vigentes, y reiteró que su gobierno pertenece, sobre todo, a quienes menos tienen.
“La Revolución nos enseñó que cuando un gobierno camina junto al pueblo, nada ni nadie puede doblegarlo”, expresó, cerrando así un acto que buscó recuperar la fuerza simbólica de la fecha en un momento en que el debate público y las movilizaciones sociales se encuentran particularmente activos.
