Cárcel para: Paraíso, Jalpa y Cunduacán
*“El que se asocia con un ladrón aborrece su propia vida” “Proverbios 29:24″*
Por Alfredo A. Calderón Cámara
*El Congreso del Estado preparó el espectáculo que más les gusta a los políticos cuando ya no tienen discursos que vender: el juicio público. Este jueves, el pleno legislativo ratificó la reprobación de las cuentas públicas 2024 de Cunduacán, Jalpa de Méndez y Paraíso, tres municipios que hoy son el retrato de la corrupción sin disimulo, de los excesos que se cometieron bajo el amparo del poder y la arrogancia*
*Los nombres no sorprenden a nadie. Abraham “Chelo” Cano González, Nuris López Sánchez y Ana Castellanos Hernández. Tres exalcaldes que durante su gestión se comportaron como monarcas de bolsillo: reyes de pequeñas cortes, rodeados de aduladores, contratos a modo y tesorerías convertidas en arcas personales. Ahora los visita el fantasma del resarcimiento, y con él, el hedor de la cárcel*
*La Comisión de Auditoría Gubernamental y Cuentas Públicas del Congreso local, lejos de esperar a diciembre como dicta la costumbre política —cuando las sesiones se disfrazan de trámite navideño— decidió acelerar el reloj del juicio. Nadie lo esperaba. Pero al revisar los reportes del Órgano Superior de Fiscalización del Estado (OSFE), los diputados hallaron inconsistencias que olían a putrefacción contable*
*Así, el martes pasado, en una sesión que pocos creyeron que llegaría tan pronto, se dictó la sentencia anticipada: tres cuentas reprobadas y un daño al erario superior a 213 millones de pesos. El OSFE fue claro y contundente: Cunduacán: 41 millones de pesos sin comprobar. Jalpa de Méndez: 66 millones desaparecidos entre nóminas, obras fantasmas y servicios inflados. Paraíso: 105 millones que se esfumaron en un paraíso fiscal de nombre tabasqueño con más de 600 aviadores*
*No hay excusa que resista ese peso. Y lo más irónico es que todos tuvieron la oportunidad de solventar las observaciones. Les notificaron en tiempo y forma. Les dieron plazos, oficios, prórrogas. Pero confiaron demasiado en su propio blindaje político. El poder los volvió soberbios, y la soberbia, como en toda tragedia bíblica, los dejó desnudos ante el juicio. De entrada: el Chelo Cano y rey desnudo de Cunduacán. Abraham Cano, el “independiente” que jamás lo fue, subió al trono con ayuda de la maquinaria estatal de Adán Augusto López*
*Mario Llergo Latournier, operador veterano de la vieja política, fue quien lo empujó a la victoria, rompiendo con su propio partido. Ese favor se cobró caro. Hoy, sin ese respaldo, el Chelo enfrenta la tormenta en soledad. De los 41 millones observados, poco podrá justificar. Su administración fue un carnaval de contratos opacos, obras inconclusas y favoritismos familiares. El Chelo olió el poder y se embriagó, y ahora el aroma que lo rodea es el de los expedientes judiciales. Sin Llergo y su barredora, sin partido, sin amigos*
*Ana Castellanos: la depredación total en Paraíso. De los tres, Ana Castellanos huele más a cárcel que a libertad. El OSFE la señala por más de 105 millones sin comprobar. Es la cifra más alta y la más escandalosa. En su gobierno, el dinero público desaparecía como si lo hubiera tragado el mar. Construyó mansiones y su yerno hasta se dio el lujo de ordenar metieran a sus amantes en la nómina. El alma que pecaré, esa morirá y por el monto del pecado, Ana Castellanos necesita doble carga de leña verde*
*Y lo más cruel del destino es que ella misma se aisló políticamente: rompió con el PRD, desafió a su dirigencia y trató de imponer candidaturas que nadie quiso seguir. Traicionó y cuando perdió el poder, perdió también los aliados. Ni partido ni padrinos. Sólo un eco de soberbia, familiares, yernos con mansiones nuevas y sus amantes enriquecidas al cobijo del erario*
*La lamentable historia de Paraíso se parece más a una parábola del Antiguo Testamento: una mujer que se creyó invencible y acabó traicionada por sus mismos familiares, devorada por el mismo poder que adoró. Si la justicia camina, Ana Castellanos podría ser la primera exalcaldesa en pisar un penal durante la Cuarta Transformación tabasqueña*
*La exalcaldesa Nuris López Sánchez es un caso de traición y torpeza. Desde el poder municipal, en vez de fortalecer a su partido Morena, financió al candidato del PRD, José “Chilo Baila”, intentando frenar la candidatura del tartamudo José del Carmen Olán, su adversario interno. El cálculo fue tan torcido como su contabilidad*
*Hoy, con 66 millones sin comprobar, enfrenta el desprecio del propio morenismo, encabezado por Jesús Selván, quien no moverá un dedo por defenderla. Nuris está atrapada entre la traición política y la auditoría implacable. Su marido, de origen español, también figura en los documentos del OSFE, señalado por manejar recursos municipales. Si no rinden cuentas, la justicia los buscará en el aeropuerto*
*Llegó un OSFE sin color y un Congreso con Catrina y guadaña. A diferencia de otras épocas, el OSFE, dirigido por Juan José Peralta Fócil, ha mostrado una independencia inusual. No midió colores ni siglas, sino cifras. Reprobó incluso a una exalcaldesa de Morena. Un gesto que, aunque parezca justo, también marca una nueva fase política: la de la depuración interna, donde el régimen se limpia de sus piezas más sucias para mostrar al público que la justicia comienza en casa*
*El Congreso no sólo cumple con su deber en las tres reprobaciones. Ejecuta tres crucifixiones políticas. Y cuando los portales oficiales publiquen los expedientes completos, los tabasqueños podrán leer, renglón por renglón, el catecismo de la corrupción municipal y en su epílogo: el precio del pecado. La hoguera de las cuentas públicas deja una lección que los nuevos alcaldes deberían tatuarse en la frente: el poder no perdona a los ingratos ni a los torpes*
*Ana, Nuris y Chelo creyeron que la política era un juego de familia y compadres. Cómo muchos de ahora, Tenosique entre ellos. Ahora descubrirán que el Estado, cuando se cansa, también cobra intereses. En Tabasco, el reloj del juicio avanza. Y a quienes hicieron del erario su banquete, el OSFE ya les prepara el plato frío de la justicia. Todo apunta: Cárcel para Paraíso, Jalpa de Méndez y Cunduacán*
*SEPTIMO SELLO*
*La captura de Iván García Sánchez, ex secretario del Ayuntamiento durante la gestión de Alma Espadas Hernández, es más que un golpe quirúrgico; es la confesión tácita de que el poder local estuvo infectado hasta la raíz. El nombre de La Barredora ya suena como una ironía bíblica. Iván no era un burócrata de escritorio: era el operador de confianza, el escriba de las sombras de la exalcaldesa, el que conocía sus secretos*
*Ahora, detenido por presuntos vínculos con la misma organización criminal revela el verdadero legado del “cambio” que tanto pregonaba Espadas Hernández: el del miedo, el silencio y la complicidad. Desde junio, cuando Hiram Llergo Latounier, esposo de la exalcaldesa y asesor del PT, cayó preso por asociación delictuosa, todo huele a tormenta. Lo que parecía un escándalo aislado terminó siendo un hilo que conduce al mismo tapete político donde se esconden los secretos más fétidos de la sierra*
*SEPTIMA TROMPETA*
*Que Hiram haya obtenido una suspensión definitiva no lo limpia, sólo lo deja libre para seguir respirando el aire del poder que todavía lo protege. Iván no es Hiram y la exalcaldesa, desapareció dejando solamente un fuerte olor a azufre. Dice que se refugió en Mérida. El guion es conocido: primero la negación, luego la distancia, finalmente el olvido. El caso Teapa se niega a morir, y las detenciones recientes lo prueban: la estructura del narcopoder no era un mito, sino una maquinaria aceitada desde los pasillos de Alma Espadas ¿Ella es inocente?*
*Y aquí viene la parte grotesca: el Partido del Trabajo todavía sigue empeñado en defender lo indefendible. Martín Palacios Calderón, coordinador estatal, se aferra a Hiram como si fuera un mártir político ¿Por qué tanto amor? Perdió la elección con todo a favor: dinero, esposa alcaldesa, estructura. No llegó ni a cuatro mil votos ¿Qué le deben? ¿Qué les sabe? ¿Guardará Hiram detrás de la puerta alguna escoba? Es pregunta*
*SEPTIMA COPA*
*El PT parece olvidar que Teapa no es un botín electoral, sino una herida abierta. Insistir en proteger a este personaje es una torpeza estratégica, pero también moral. Si lo hacen por lealtad, es ceguera. Si lo hacen por conveniencia, es complicidad. La historia de Teapa es la parábola de un estado que quiso purificarse, pero sólo agitó el pantano*
*Donde se promete justicia, renace la impunidad. El pueblo lo resume mejor que cualquier editorialista: “Cayeron los de abajo, pero los de arriba siguen cenando tranquilos.” Y esa frase, más que un reproche, es una profecía. Dice que Iván es bueno cantando y si llega el frío del abandono, podría cantar mejor que un “pajarito de la montaña”. De nuevo en nerviosismo de Nahún Vázquez en Tenosique que no sabe si es simple ¿Chinampina o granada?*
