Otra vez, embarrado el PT en la barredora
*“Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte” “Proverbios 14:12″
Por Alfredo A. Calderón Cámara*
*Una vez más en la sierra volvió a temblar, pero no por los truenos ni por la lluvia que golpea los techos de zinc, sino por el eco que deja la escoba en un nombre y apellido que apareció entre los pasillos judiciales: Iván García. El exsecretario del Ayuntamiento de Teapa, fue capturado por la Fuerza Interinstitucional de Reacción Táctica (FIRT) Olmeca, ese cuerpo de élite que no se mueve sin que alguien importante le dé la orden*
*El golpe no fue menor. En un solo movimiento, se tocó el eslabón sensible de una administración marcada por el misterio, el silencio y las sombras de la exalcaldesa Alma Espadas Hernández, pareja sentimental de Hiram Llergo, el excandidato del PT que hace apenas unos meses logró un amparo para enfrentar en libertad acusaciones ligadas a la delincuencia organizada. El tablero se mueve otra vez en Teapa. Y el olor a miedo comienza a filtrarse por las rendijas de los viejos acuerdos políticos*
*La historia parece escrita por un guionista con afición por el drama político. Durante el trienio 2021-2024, la alcaldía de Teapa fue el escenario de una administración que caminaba sobre cristales rotos: licitaciones cuestionadas, contratos bajo reserva, operadores con antecedentes turbios y un silencio oficial que valía más que mil comunicados. Hoy, con la captura de Iván García, la trama da un giro que pocos esperaban*
*Su nombre no era menor: fue la mano derecha de la exalcaldesa, el hombre que firmaba, que sellaba, que abría puertas y cerraba tratos. El secretario del Ayuntamiento siempre sabe demasiado, y cuando cae, no lo hace sólo; arrastra consigo carpetas, nombres y secretos que pueden costar carreras políticas, y quizás, libertades. La detención de García reaviva los rumores que durante meses se intentaron apagar con comunicados anodinos*
*¿Qué tanto sabe sobre las operaciones irregulares en la administración de Espadas? ¿Cuántas órdenes de pago pasaron por sus manos? ¿Qué vínculos existían realmente entre el Ayuntamiento y los grupos criminales que, según informes federales, operaban en la zona serrana? El nerviosismo se siente en el aire. El círculo se cierra y los rostros conocidos empiezan a mirar al suelo*
*Porque detrás del discurso de Alma Espadas se escondía un engranaje más grande: contratos inflados, licencias exprés, obras fantasmas y empresas “de confianza” que se adjudicaban proyectos sin licitación con la delincuencia organizada. No es coincidencia que la FIRT Olmeca haya intervenido. Cuando la policía local no toca un expediente, es porque el asunto dejó de ser municipal y pasó a ser federal*
*Otra vez el PT en el ojo del huracán. Otra vez el Partido del Trabajo guarda silencio. Un silencio incómodo, medido, casi clínico. ¿Cómo deslindarse del hombre que aún goza de libertad bajo amparo? ¿Cómo defender la “causa social” cuando la sospecha huele a pacto con el crimen? En política, las lealtades son tan duraderas como la conveniencia, y si los vientos judiciales soplan en contra, los mismos que ayer abrazaban, mañana borrarán sus fotos*
*La dirigencia estatal del PT tiene ante sí un dilema: sostener el discurso de persecución política o aceptar que algunos de sus cuadros se pasaron de la raya. Pero en el fondo, todos saben que la justicia —cuando se decide a despertar— no golpea sin dirección. Esa es la pregunta que resuena en los cafés de Villahermosa y los pasillos de la Fiscalía: ¿Se doblará y hablará Iván García?*
*¿Revelará los vínculos entre la administración de Espadas y los operadores financieros del PT local? Si lo hace, el efecto será devastador. No solo para Teapa, sino para toda una estructura que ha encontrado en los municipios serranos un refugio perfecto para el lavado político: presupuesto, obras públicas y favores disfrazados de programas sociales. La caída de un secretario no sería tan relevante si no se tratara de un hombre que estuvo en el corazón del poder local*
*Iván García tenía y tiene en su poder acceso a documentos, claves, y sobre todo, conocimiento de quién movía realmente los hilos. Teapa, hoy se mira en el espejo roto de su propia historia. Lo que alguna vez fue orgullo de identidad y laboriosidad, ahora es sinónimo de expedientes, cateos y sospechas. La tierra caliente volvió a hablar, y lo hizo con el lenguaje más temido en política: el de las capturas*
*En este nuevo capítulo de la tragedia tabasqueña, el silencio de los poderosos grita más fuerte que cualquier sirena policial. Y mientras la FIRT Olmeca continúa su cacería, en los pasillos del poder local todos se hacen la misma pregunta: ¿Quién será el próximo en caer? Son demasiadas coincidencias en los municipios gobernados por el PT. Nombres como Martín Palacios, Nahún Vázquez en Tenosique, el yerberito moderno en Jalapa y otros de nuevo suenan en los pasillos de la justicia: otra vez, embarrado el PT en “la barredora”*
*SEPTIMO SELLO*
*Omar García Harfuch ha reiterado una y otra vez: “Somos conscientes que para disminuir los delitos debemos detener a quienes los cometen. Por ello, en estas regiones se han logrado detenciones relevantes de generadores de violencia que eran objetivos prioritarios y cuya detención ha tenido un impacto directo en la disminución de la incidencia delictiva”*
*Omar García Harfuch habla con la calma de quien ha visto el infierno de cerca y aprendió a no parpadear. Sus palabras, más que discurso, suenan a credo policial. Tan simple, tan obvio, tan imposible en un país donde el crimen parece una plaga con licencia oficial. Cada vez que Harfuch habla, el eco de la guerra mexicana contra el crimen retumba en los huesos del sistema*
*No promete redenciones mágicas ni fantasías de “paz duradera”. Habla de capturar a los que generan violencia. De cortar las cabezas visibles de un monstruo que siempre vuelve a regenerarse. De tocar las estructuras que nadie quiere tocar porque detrás de cada pistola hay un político, un senador viendo la Champions en el salón de sesiones*
*SEPTIMA TROMPETA*
*Harfuch encarna una figura extraña en el panteón político mexicano: un hombre de operaciones que sobrevive en un país de oradores. Su evangelio no es el de la promesa, sino el del acto. Y eso, en la tierra del discurso hueco de “abrazos no balazos”, tiene peso de plomo. Bajo su mando, las detenciones se cuentan por docenas. Generadores de violencia, sicarios, operadores financieros, jefes de plaza y una advertencia: el Estado aún respira*
*En cada operativo exitoso, en cada conferencia donde el exsecretario y ahora figura nacional habla de resultados, se percibe una verdad incómoda: en México, atrapar a los criminales es fácil; sostener el Estado después de hacerlo es lo difícil. Porque detrás de cada detención hay otro expediente sin resolver, otra fiscalía dormida, otro juez que “interpreta la ley” con la precisión de un cirujano del cinismo*
*SEPTIMA COPA*
*Harfuch sabe que la batalla no se gana en los titulares. La verdadera guerra está en los tribunales, en los ministerios públicos, en las instituciones que todavía creen que la justicia es un trámite. Y sin embargo, sigue. Como si todavía creyera que se puede limpiar el pantano sin hundirse*
*Nietzsche escribió que quien lucha con monstruos debe cuidar de no convertirse en uno. Harfuch ha estado demasiado cerca del abismo: sobrevivió a atentados, vio morir compañeros, caminó entre las 400 balas y traiciones institucionales. El país le exige resultados, pero le teme al costo de alcanzarlos. Porque cada captura tiene precio, y no siempre se paga con dinero*
*La frase de Harfuch no es consigna, es epitafio de una nación en guerra consigo misma. México no necesita discursos nuevos; necesita hombres que hagan lo que dicen, aunque eso incomode a los dioses de Palenque. Mientras los demás se reparten cargos y aplausos, Harfuch sigue hablando de capturar delincuentes. En un país donde el crimen se sienta a cenar con la política; uf, esa sola idea suena tan revolucionaria como peligrosa*
